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lunes, 11 de octubre de 2010

ANTIPATRIS, AFEC - ARQUEOLOGÍA - DICCIONARIO BIBLICO ARQUEOLOGICO




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ANTIPATRIS, AFEC.: Antípatris, ca. 42 Kms. al sur de Cesarea, en el camino a Lida, era uno de los fuertes cananitias ya en el año 2.000 a. de J.C. Conocida en el Antiguo Testamento como Afec, fue el sitio donde los israelitas sufrieron la pérdida trágica del arca con los filisteos (1 S. 4). Herodes el Grande reconstruyó la ciudad ca. 35 a. de J.C. y la llamó Antípatris en memoria de su padre Antípater. Aquí hizo escala el apóstol Pablo en su viaje de Jerusalén a Cesarea (Hch. 23:31). El agua de la antigua Antípatris, ahora conocida como Ras el-'Ain, es transportada a través de un acueducto por unos cuarenta y ocho kilómetros hasta Jerusalén.

El sitio fue excavado en 1946 por el Departamento de Antigüedades de Palestina.

ARABIA. I. Nombre. En Isaías 22:13, Arabia se usa primordialmente en el sentido de "desierto" o "estepa". Arabes, en hebreo Arbim (2 Cr. 21:16) y en asirio Aribu y Arubu, son por lo tanto los habitantes de las estepas" o los "nómadas". Son también llamados "hijos del oriente" (Jue. 6:3).

El nombre arábigo moderno para la península arábiga es Jaziral al-'Arab, "isla de los árabes".

II. Geografía. Arabia es una inmensa península, cubriendo un área de 2.500.000 Kilómetros cuadrados al suroeste de Asia. Limita al norte con la moderna Jordán, Siria e lrak; al sur con el océano Indico; al oriente con el Golfo Pérsico y al occidente con el mar Rojo. Los geógrafos clásicos concuerdan con Tolomeo (siglo II a. de J.C.) al dividir la Arabia en tres partes: la Arabia Pétrea, al noroeste, que incluye el Sinaí, Edom, Moab y la Transjordania; la Arabia Desértica que comprende el desierto sirio; y la Arabia Feliz, la sección sureña. El geógrafo árabe Yaqut (siglo XIII d. de J.C.) menciona 5 divisiones de Arabia: Tihamah, la angosta llanura a lo largo de la costa occidental; al-Hijaz, el área montañosa que se levanta al oriente de Tihamah, cerca de la mitad de la península; Najd, la meseta central; al-Arud, las amplias llanuras costeras orientales y al-Yaman, al sur. Las divisiones políticas modernas de Arabia incluyen: la Arabia Saudita, la mayor parte de la península, especialmente las áreas del norte y del occidente; al-Yaman al suroeste; la federación de Aden a lo largo de la costa del sur; Úman en la esquina suroriental; Qatar, una península que se proyecta dentro del Golfo Pérsico y kuwalt en el noreste, adyacente a Irak.

Arabia, como término geográfico, incluye en la Biblia algunas veces tanto el norte como el sur (p. ej. 2 Cr.9.14) pero algunas veces se refiere sóla a la Arabia Pétrea en el noroeste (Gá. 1:17; 4:25). Entre los lugares de Arabia mencionados en la Biblia se encuentran Buz, Dedan, Duman, Efa, Hazor (Jer. 49:28), Masa, Mesa y Midian-todos en el noroeste donde algunos ubicarían también a Seba; Hazarmavet, Ofir, Sabta, Seba, Sefar y Uzal -todos en el sur; y Havila y Parvaim tal vez en el noreste.

Sólo en al-Yaman y en parte de al-Hijaz cae suficiente lluvia para un cultivo extensivo. La mayor parte de las porciones central y norte son estepa árida la cual da mantenimiento a los nómadas, los pastores beduinus. Al-Rab´ al-Khali. "el lugar vacío" en la Arabia susrcentral, es una de las regiones arenosas más extensas del mundo y sin lluvia por años y años. Algunos pozos o fuentes se encuentran en los oasis en la ruta de las caravanas que van de sur a norte a través de las colinas occidentales. El agua de las esporádicas lluvias se almacena en el subsuelo de algunos d. de después de Jesucristo ca. cerca de, aproximadamente valles y los árabes, lo mismo hoy que los hijos de Israel en el pasado, cavan con palos para hallarla (Nm. 21:16, 17).

Los productos minerales de Arabia incluyen oro (1 R. 10:2, 10, 15, 22), plata (1 R. 10:22), piedras preciosas (Ez. 27:22) y desde 1932 d. de J.C., el "oro negro", los depósitos más grandes de petróleo que se conocen en el mundo.

Las plantas típicas de Arabia incluyen árboles de incienso y mirra, cuya savia fue grandemente apreciada en la antigüedad para perfume e incienso (1 R. 10:2, 10, 22), palmas datileras (Ex. 15:27) y el árbol del tamarisco del cual algunos creen que se derivó el maná (Ex. 16) por medio de insectos, aunque el maná bíblico apareció en cantidades mucho mayores.

El animal más importante de Arabia es el camello, el cual es a menudo asociado en la Biblia con los ismaelitas o árabes (p. ej. Gn. 37:25). Ovejas, cabras (Ez. 27:21) y asnos (Nm. 31:28) son también importantes en la economía de Arabia. Job 38 y 39 describe muchas bestias y aves de Arabia incluyendo el caballo, el león (no existente en Arabia ahora), la cabra montés, el asno salvaje, el buey salvaje (áhora extinguido), el cuervo, el avestruz (visto por última vez en Arabia en 1941 d. de J.C.)., el halcón y el águila. La codorniz migratoria pasa sobre el Sinaí (Nm. 11:31).

La serpiente voladora (Is. 14:29) puede referirse al áym árabe, la cual se eleva en el aire.

III. Exploración Arqueológica. La exploración moderna de Arabia comenzó en 1761 con la expedición de C. Niebuhr a al-Yaman. En 1812 J. L. Burckhardt descubrió *Petra y visitó la ciudad santa musulmana de la Meca. J. R. Wellsted, en 1837, fue el primero en publicar una inscripción de Arabia del sur, la cual pronto fue descifrada por E. Roediger y W. Gesenius. Los primeros viajeros en el norte incluyeron G.A. Wallin (1845), C. M. Doughty (1875) y C. Huber (1878) quien descubrió la piedra de Taymá.

Investigaciones recientes en el norte incluyen las de A. Musil (1909-1914) y la de N. Glueck en la Transjordania (1932-1939). Entre los exploradores en el sur se encuentran: B. Thomas (1931), H. St. J. Philby (1927-1952), D. van der Muelen (publicado en 1947). y A. Fakhry (1947). Miles de inscripciones de Arabia del Sur han sido coleccionadas por T. S. Arnaud (1843), J. Halevy (1869-1870), E. Glaser (1882-1894), J. Euting (1883), H. St. J. Philby (1950-1952) y A. Jamme (1950-1952). Las excavaciones en Arabia del Sur incluyen: el templo del dios Luna (Syn) en Huraydah por G. C. Thompson (1937-1938) y las de la Fundación Americana para el estudio del hombre en Timná (1950-1951), en Mar´ib incluyendo el templo al dios Luna (1952) y en el 'Uman (comenzan do en 1953).

IV. Historia.

A. Arabia, cuna de los semitas. Muchos eruditos consideran Arabia la cuna de los semitas. De acuerdo conesta teoría, cuando las estepas árabes se poblaron demasiado, los desplazados buscaron otras habitaciones en las tierras limítrofes de la fértil media luna. Tal migración de Arabia se cree que tuvo lugar aproximadamente en el año 3500 a. de J.C. cuando algunos avanzaron hacia el occidente, y se amalgamaron con los habitantes del valle del Nilo contribuyendo así a la formación de la civilización egipcia, y otros se dirigieron hacia el norte, a Mesopotamia, y desarrollaron la cultura acadia usando los elementos de la civilización sumeria que les había precedido. Alrededor del 2500 a. de J.C., otra migración de Arabia trajo los *amorreos a la Mesopotamia y los *cananitas y los *fenicios a Palestina y Siria. Entre 1500 y 1200 a. de J.C. los hebreos llegaron a Palestina y los *arameos a Siria. Alrededor del 50 a. de J.C. los nabateos iban abriéndose camino hasta Edom. Finalmente, en el siglo VII d. de J.C. las migraciones islámicas salieron de Arabia en todas direcciones. Estas migraciones recurrentes parece que tienen lugar cada mil años.

B. Antes del año 1000 a. de J.C. En las genealogías del Génesis se mencionan algunos fundadores de tribus y lugares en el sur y norte de Arabia. Entre los descendientes de Cus (Gn. 10:7): Seba, Havila, Sabta y Dedán están localizados en Arabia. Esta conexión con Cus puede reflejar la relación cultural entre Arabia y Etiopía, cuya letra cursiva se deriva de Arabia del Sur.

Los descendientes de Joctán, un semita (Gn. 10:25-30), incluyen los siguientes lugares con nombres árabes: Hazarmavet, Uzal, Seba, Ofir y Havila. Con excepción de Seba, la mayoría de los descendientes de Abraham y Cetura (Gn. 25:1-4) pueden ser localizados al norte de Arabia, por ejemplo Medán, Madián, Sua y Dedan. De igual manera, la mayoría de los descendientes de Ismael (Gn. 25:13-16) están asociados con el noroeste de Arabia: Nebaiot, Cedar, Duma, Massa, Tema y Cedema. Los genealogistas árabes también trazan su línea ancestral a por lo menos los árabes del norte directamente a Ismael.

Una de las primeras indicaciones del contacto entre Egipto y Arabia es un pedazo de marfil que representa a un asiático, probablemente uno de Arabia del sur, encontrado en una tumba real de la primera dinastía en Abidos. Comenzando con la primera dinastía, los faraones operaron minas de cobre y turquesa en el Sinaí. El incienso ly la mirra de Arabia del sur eran altamente valorados por los egipcios para perfume, incienso y para la momificación. Estos productos árabes fueron traídos a Egipto por caravanas a través de Palestina, como está registrado en Génesis 37:25 o se transportaban a través del Mar Rojo a al-Qusayr y a lo largo del Wadi al-hammamat hasta el Nilo.

El primer contacto registrado de los israelitas con los árabes se encuentra en Génesis 37:25 cuando los hermanos de José lo vendieron a los mercaderes árabes. Moisés pasó muchos años escondido en Madián, al noroeste de Arabia, y se casó con una hija del sacerdote de Madián, una tribu árabe. Jetro, el suegro de Moisés, simpatizaba con el monoteísmo de Moisés y adoró a Jehová (Ex. 18:10-12). En su peregrinación hacia Canaán los hijos de Israel estuvieron cuarenta años en el Sinaí y noroeste de Arabia; pelearon contra tribus árabes como los amalecitas y allí recibieron la ley. Los madianitas se unieron con los moabitas para no dejar pasar a los israelitas y fueron derrotados por éstos (Nm. 31). Saúl (1 S. 15:1-33) y más tarde David (1 S. 30:1-20) pelearon contra los amalecitas beduinos quienes hicieron incursiones al sur de Palestina.

C. El surgimiento de Saba, en el siglo X a. de J.C. Los gobernantes de Saba de este período tenían el título de mkrb y combinaban las funciones políticas con las sacerdotales. La capital de Saba era Ma´rib done fueron encontradas las ruinas imponentes de un templo y unagran represa.

Entre los árabes que tuvieron contacto con los israelitas en el siglo X estaba Obil, a quien David hizo su principal camellero (1 Cr. 27:30). Salomón tenía una flota en Ezión-geber en el golfo de Akabah, la cual comerciaba con Ofir, en Arabia del sur, importando oro, madera de sándalo y piedras preciosas (1 R. 9:27, 28; 10:11). La reina de Saba, quien es llamada Bilqis en la tradición islámica, visitó a Salomón y trajo oro, especias y piedras preciosas (1 R. 10:10), típico de la mercancía de Saba.

D. La dominación asiria, siglos IX a VII a. de J.C. Durante este tiempo los árabes frecuentemente chocaron con Asiria y con Judá. Los registros de Salmanasar III de Asiria mencionan un jeque árabe, Gindibu, quien contribuyó con mil jinetes de camellos a las fuerzas aliadas que se oponían a los asirios en la batalla de Karkar en 854 a. de J.C. Josafat de Judá (873-849 a. de J.C.) tenía una flota en Ezión-geber para comerciar con Arabia (1 R. 22:48) y recibía tributo en ganado de los árabes (2 Cr. 17:11). El cronista (2 Cr. 21:16, 17) informa de un asalto contra Judá por los árabes del sur, el cual resultó en la pérdida de los hijos, las esposas y los tesoros del rey Joram (849-842 a. de J.C.). Tiglat-pileser III de Asiria (745-727 a. de J.C.) recibía tributo de dos reinas árabes, Zabibe y Samsi, de Massa y de Tema y de los de Saba. Los meunitas o meunim, contra quienes Uzías (2 Cr. 26:7) y Ezequías (1 Cr. 4:41) pelearon en el sur de la Transjordania, probablemente eran árabes y algunos los identificaron con los mineanos. Durante el reinado del último rey de Judá, el remanente de los amalecitas fue destruido en él monte Seir (1 Cr. 4:43). Sargón de Asiria (722-705 a. de J.C.) registra que el subyugó las tribus árabes de Tamud (Qur'nic Thamud) e lbadidi y deportó el remanente de ellas a Samaria, la cual había capturado con anterioridad. Alrededor del 688 a. de J.C., Senaquerib capturó Adumatú, el Duma bíblico, la fortaleza de Arabia y se llevó consigo sus dioses. Estas conquistas de las tribus del norte de Arabia por los asirios se mencionan en Isaías 21:13-17.

En este período, Cedar jugó un papel importante entre las tribus árabes del norte. A Hazail de Adumatú se le llama rey de los árabes por Esar-hadón, y rey de Cedar por Asurbanipal, de tal manera que los términos árabes y cedaritas son usados indistintamente en las inscripciones asirias posteriores. Otro rey de Cedar, Ammuladi, atacó a Siria-Palestina, pero Asurbanipal (668-633 a. de J.C.) lo derrotó y tomó tributo de oro, piedras preciosas, substancias aromáticas, camellos, burros, ovejas, cabras y ganado. De acuerdo con las inscripciones asirias, los cedaritas entuvieron en alianza con los nabateos, el Nebaiot bíblico, con los cuales Cedar es también asociado en la Biblia (Is. 60:6, 7).

E. La dominación caldea, siglo VI a. de J.C. Jeremías 49:28 predice que Nabucodonosor de Babilonia (605-622 a. de J.C.) dominaría Cedar, y esta conquista del norte de Arabia está confirmada por descubrimientos recientes de porciones de la *crónica babilónica. Nabonido (555-539 a. de J.C.) ocupó los centros importantes de las caravanas, Tema y Adummu y escogió vivir en Tema por algunos años en lugar de Babilonia.

F. Dominación persa, siglos VI a IV a. de J.C. En 525, Cambises hizo una alianza con el pueblo del norte de Arabia en su camino hacia la conquista de Egipto. Herodoto, al hablar de Darío, comenta que los árabes nunca fueron dominados por los persas.

Durante el reinado de Artajerjes I de Persia (465-424 a. de J.C.), Gesem, el árabe, trató de impedirle a Nehemías la reconstrucción de la muralla de Jerusalén alrededor del 445 a. de J.C.

(Neh. 2:19; 6:1, 2, 6). Una inscripción lihianita en al-Ula, el Dedán bíblico, está fechada en la época del reinado de Gesem, indicando que su soberanía se extendía bien adentro del noroeste de Arabia. Una inscripción aramea en un platón de plata de Tell al-Maskhutah en Egipto menciona a Qainú, hijo de Gesem, rey de Cedar, indicando así que los árabes de Cedar estaban allí en el límite oriental de Egipto, quizá empleados por los persas como guardias fronterizos.

MAPA DE ARABIA indicando las áreas climáticas, los cuerpos de agua y algunas ciudades mencionados en el artículo acerca de ARABIA.

Durante el período persa, el dominio de Saba sobre el sur de Arabia terminó y surgieron otros reinados. Alrededor del 400 a. de J.C. el reino de Maín llegó a ser el poder principal del área. La capital minea era Qarnaw, hoy Ma'in. Registros del reino de Qatabán, descubiertos recientemente, dan listas de gobernantes con el título mkrb tan temprano como el siglo VI a. de J.C. La capital de Qatabán era Timná la cual fue destruida ca. 50 a. de J.C., cuando Qatabán cayó bajo el control de Hadramaut. El primer rey conocido de Hadramaut gobernó ca. 450 a. de J.C. La capital de este reino fue Sabwa. Estos reinos competían uno con otro por el control del mercado de las especias.

G. El predominio nabateo en Arabia del norte, siglo IV a. de J.C. al siglo I d. de J.C. De acuerdo con el libro de Abdías, los árabes nabateos empezaban a ejercer presión sobre los edomitas en el siglo VI a. de J.C. Para el siglo IV a. de J.C. estaban establecidos en Petra, la antigua capital edomita, y así controlaban las rutas de las caravanas que iban del sur de Arabia a los países del Mediterráneo. Sus tumbas y templos en Petra, labrados de arenisca multicolor, permanecen entre los monumentos más espectaculares de los tiempos antiguos. Ellos adoptaron el arameo en sus inscripciones y la arquitectura grecoromana en sus edificios. En la apócrifa, árabe (1 Mac. 11:16, 17) y nabateo (1 Mac. 5:17) son equivalente. Algunas veces lucharon al lado de los macabeos (1 Mac. 9:35) y otras veces con los seléucidas (1 Mac. 5:39; 12:31). Los árabes que escucharon el evangelio en el Pentecostés (Hch. 2:11) pueden haber sido del reino nabateo del sur de la Transjordania. La Arabia a la cual Pablo se retiró después de su conversión (Gá. 1:17) se refiere al área al este o al sur de Siria-Palestina. El rey nabateo, Aretas IV (9 a. de J.C.-40 d. de J.C.) derrotó a Herodes Antipas después que este último se había divorciado de la hija de aquél para casarse con Herodías (Mt. 14:3). Ese Aretas logró el control de Damasco, donde el gobernador puso guardas a las puertas de la ciudad para prender a Pablo, pero éste escapó por sobre la muralla de la ciudad (2 Co. 11:32, 33). En 109 d. de J.C. el reino nabateo fue fusionado con la provincia romana de Arabia.

H. Primer reino himiarita en Arabia del sur, siglo II a. de J.C. al siglo II d. de J.C. En Arabia del sur, ca.. 125 a. de J.C., se levantó el reinado himiarita, cuyos gobernadores se llamaban a sí mismos reyes de Sabay Dhu-Raydán. Su capital era Zafar, la Sefar bíblica, cerca del Yarim moderno. Durante este tiempo el comercio marítimo de los Tolomeos en el Mar Rojo redujo la importancia de las caravanas mercantes de Arabia del sur. El rey himiarita, lli-shariha Yahdab, derrotó a una expedición romana en el 24 a. de J.C.

V. Cultura. En tiempos antiguos hubo una marcada distinción cultural entre los árabes del norte y los árabes del sur. El pueblo del norte era mayormente pastoril y nómada; los del sur tenían una civilización agrícola sedentaria. lbn Khaldun, el historiador árabe del siglo XIV, llamó a los del norte beduinos (ahlal-Badw) y a los del sur moradores del pueblo (ahl al-hadar).

Lingüísticamente los árabes son semitas como se indicó en Génesis 10:25-30. La letra cursiva de Arabia del sur era marcadamente un desarrollo angular del alfabeto sinaítico y sus inscripciones más antiguas datan de por lo menos el siglo VIII a. de J.C. La lihianic (que comenzó en el siglo VII a. de J.C.), la tamudic (del siglo V a. de J.C.) y la safaƒtica (que comenzó ca. 100 d. de J.C.) fueron escrituras cursivas desarrolladas en Arabia del sur, pero el vocabulario de estas escrituras, que consiste mayormente de nombres, es esencialmente del norte de Arabia. La primera inscripción en letra cursiva de Arabia del norte, que se deriva de los nabateos, data del siglo IV d. de J.C.

Los rasgos culturales de los árabes nombrados en la Biblia incluyen las observaciones que los dell norte viven en las estepas (Jer. 3:2), en tiendas de pelo de cabras negras (Cnt. 1:5). Usan camellos como cabalgadura y animal de carga (Gn. 37:25). Sus caravanas mercantes traían especias, oro y piedras preciosas del sur de Arabia (1 R. 10:2) y ovejas y cabras de Arabia del norte (Ez. 27:20-22) a Palestina y Fenicia y transportaban productos del Africa y de la India (2 R. 10:22). Jeremías 25:23 comenta que los árabes se cortaban el pelo de las sienes como hacen los beduinos el día de hoy.

"Los hijos del oriente", los árabes, fueron conocidos por su sabiduría (1 R. 4:30). Los últimos dos capítulos de Proverbios contienen los dichos de Agur (Pr. 30:1) y Lemuel (Pr. 31:1), dos reyes de Massa, una tribu de Ismael (Gn. 25:14). El escenario y los personajes del libro de Job son del noroeste de Arabia. Baruc 3:23 llama a los hijos de Agar, los árabes, "ávidos de sabiduría".

Excavaciones recientes han suministrado ejemplos claros de una cultura avanzada en la Arabia del sur. Dignos de referencia son el gran templo del dios-luna de Saba, llumquh en Ma´rib; las extensas represas y canales para la irrigación; esculturas en bronce, trabajos de orfebrería y miles de inscripciones religiosas e históricas.

VI. Religión. El término árabe en general para dios era il (como El en hebreo) o ilah (como Eloah en hebreo), pero los antiguos árabes adoraban muchos dioses, incluyendo el dios-luna; una diosa sol, Samas, y su hijo 'Athtar, la estrella de la mañana. Los registros asirios mencionan las imágenes de los siguientes dioses en el templo de Adumatú en los días del rey Hazail en el siglo VII a. de J.C.: Atarsamain, la principal diosa, cuyo símbolo era una estrella dorada y cuyas sacerdotisas presidían en el templo, Dai, Nuhai, Ruldaiu, Abrilly y Atarquruma. Atarsamain también fue llamada han-ilat de acuerdo con la inscripción en el tazón de plata encontrado en Tell al-Mashkutah. El Talmud babilónico (Taanith, 5b) afirma que los de Cedar también adoraban el agua, quizá en referencia a la veneración de los pozos sagrados. La piedra de Tayma del siglo V a. de J.C., escrita en dibujos arameos, representa una deidad que se adoraba allí llamada Salm de Hajam. El Corán menciona varios dioses paganos: al-Lat, al-Uzza, Manah (53:19, 20), Wadd, Suwá, Yaghuth, Ya'uq y Nasr (71:23). Los árabes temen a los demonios llamados jinn (Corán, 72).

Al igual que los hebreos, los antiguos árabes practicaban la circuncisión, las peregrinaciones y los sacrificios que incluían una ofrenda por el pecado. Sus sacerdotes eran también adivinos.

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ARAD. Arad era una ciudad cananea y más tarde judía al norte del Neguev. La ciudad judia es ahora identificada con Tell Arad a unos 32 kms. Al este de Beerseba. El lugar ha sido excavado por Yohannan Aharoni quien ha dirigido dos temporadas de trabajo. Ruth Amiran sirvió como coordinador en el primer período de trabajo.

Tell Arad consiste de un promontorio bajo que cubre un área de aproximadamente 8 ha. con una ciudadela elevada en una esquina. En el declive oriental se encontraron algunas evìdencias de una colonización calcolítica pero más excavaciones en otros lugares del promontorio no han arrojado ninguna otra evidencia de ese período.

NOTAS:
BASOR Bulletin of American Schools of Oriental Research
ed. editor, edición
ANET Ancient Near Eastern Texts, J.B. Pritchard, ed .
BA Biblical Archaeologist
kms. kilómetros
ha. hectárea(s)

La ciudad baja recibió sólo una investigación tentativa durante la primera temporada, la cual reveló que abarcaba una ciudad que se remonta a la época de la primitiva edad del bronce. En la segunda temporada se hicieron serias excavaciones allí bajo la supervisión de Moshe Kokhavy. Se trazaron como novecientos metros de la muralla de la ciudad. Tenía un espesor de un metro y medio a dos metros y estaba construida de piedras ásperas. En el área excavada se encontraron tres contrafuertes que se proyectaban de la muralla en forma semicircular. Uno de éstos parecía que había sido derribado desde afuera. En el área habitacional, dentro de la muralla, se notaron 4 niveles de ocupación. El más bajo de éstos se conoce sóle por fosos de variadas formas debajo del nivel en el cual los fundamentos de las casas pueden verse; así que es posible que este primer estrato de ocupación precedió a la construcción de la muralla fortificada. Dos de los estratos de ocupación bien establecidos pueden ser asociados definitivamente con las fortificaciones de más afuera. La más antigua de éstas está caracterizada por edificios de forma circular los que evidentemente sirvieron como bases para los silos. Los excavadores descubrieron humerosas casas en el primer nivel, las que tenían un plan rectangular similar. Aunque sus medidas difieren, tienen una cosa en común, esto es que la entrada estaba invariablemente en uno de los lados más largos de la casa. Del zaguán de entrada, las escaleras conducían al piso interior que estaba a un nivel más bajo que el de la calle. Alrededor de las paredes interiores había generalmente una banca baja y, en el centro del cuarto, una mesa de trabajo de piedra. Los huecos de la puerta estaban ubicados a un lado de la entrada. Una rica colección de cerámica fue encontrada en los pisos de estas casas, lo que hace posible ubicar su estrato al período primitivo de la edad del bronce. Muchísimas vasijas se descubrieron in toto lo cual permitió su fácil restauración. Esto significa que Arad arrojará una nueva y rica colección de vasijas completas de este importante período antiguo.

Un descubrimiento de mayor importancia fue la colección cerámica de vasijas conocida como "la vajilla de Abidos". Muchas jarritas pintadas de rojo de la forma "Abidos" fueron encontradas, así como varios jarrones que ostentaban los diseños rojos típicos en un fondo crema. Este tipo de vajilla se encontró en Egipto durante la primera dinastía y posiblemente había sido importada de Palestina o Siria. Este descubrimiento en Arad permite fechar la ciudad en la edad primitiva del bronce con considerable exactitud.

La existencia de los silos ya mencionados y la presencia de materiales agrícolas orgánicos en las casas da testimonio al hecho de que los primeros pobladores se dedicaban también a la agricultura. Trozos de asfalto del área del mar Muerto muestran que Arad también pudo haber gozado los beneficios de un intenso comercio entre esa región y Egipto donde el asfalto estaba en gran demanda.

El nivel superior de la ciudad de la edad primitiva del bronce estaba completamente destruido. Fuera de las murallas fortificadas se encontraron algunas líneas delgadas de paredes de edificios las que indican que Arad estuvo sin fortificación durante la última fase de su vida en la primitiva edad del bronce. Después de esto, el sitio permaneció deshabitado por casi dos milenios.

"El rey de Arad que habitaba en el Neguev" se opuso a los israelitas que estaban peregrinando en el desierto hacia Canaán (Nm. 21:1-3; 33:40). Siendo que no hay estrato en Tell Arad desde intermedia y superior del bronce, esta ciudad debe buscarse en alguna otra parte. Una breve exploración tentativa se hizo por los excavadores de Arad en el cercano Tell Malhata (Tell el Milk) la cual arrojó a luz los escombros de la edad intermedia del bronce y quizá de la edad superior del bronce que incluyen una poderosa explanada hecha de ladrillos. Es posible, por lo tanto, que este promontorio (identificado anteriormente como Horma) contenga la ciudad cuyo rey peleó con los israelitas (Aharoni, ahora identifica Horma con Horvat Mashash - Kh. el Mishash).

El profesor Mazar ha propuesto otra explicación de la situación. Sugiere que Jue. 1:16, 17 es una indicación de que Arad era un territorio en ese tiempo, en lugar de una ciudad. La referencia a Edar (Jos. 15:21), lo cual Aharoni considera un caso de transposición de d y r, siendo así un error del escriba, puede, de acuerdo con Mazar, ser una referencia a alguna otra ciudad de la región norte del Neguev. Aparte de este pasaje no hay descripción de una operación de sitio contra una ciudad llamada Arad, excepto que el "rey de Arad" aparece en Josué 12:14. Jueces 1:16, 17 asocia la conquista de esta área con un camino de "la ciudad de las palmas" a la estepa (Midbar) de Judá la cual está "en el Neguev cerca de Arad". (Los otros Neguevs de la Biblia, por ejemplo: el Neguev de Jerameel, el Neguev de los Cenetos, etc., están asociados con grupos étnicos y tribales, no con ciudades; véase 1 S. 27:10.) La ciudad mencionada en el pasaje es Zefat la cual más tarde es llamada Horma. En Números 21:3, está descrita la destrucción de las ciudades de la región, "y llamó el nombre de aquel lugar Horma". El profesor Mazar está de acuerdo en que la mayor dificultad es la mención de dos Arad por el faraón Sisac (véase más adelante). De cualquier manera, la llegada de los israelitas marca el comienzo de una ciudad en el sitio de Tell Arad. Así, después de un período de casi dos milenios, el antiguo promontorio es habitado de nuevo.

La ocupación israelita se inicia en el siglo X, aparentemente con el establecimiento de una colonia agrícola. Los siguientes seis estratos (XI a VI) representan las fortalezas judías, la más antigua de las cuales es salomónica y sin lugar a dudas se construyó como parte desu programa para controlar todas las rutas de intercambio comercial que pasaban por el "puente terrestre palestino" (1 R. 10:15). Arad controlaba la ruta que unía a Judea con Arabia y el puente marítimo de Ezión-geber. Este fuerte fue probablemente destruido por el faraón Sisac cuando hizo una intensa campaña en Palestina para acabar con el dominio de judá en el Neguev y de Israel en la llanura de jezreel (ca. 925 a. de J.C.; 2 Cr. 12:1-9; 1 R. 14:25-28). La inscripción de Sisac parece hacer referencia a dos Arad cuando menciona: "Los fuertes de la Gran Arad" y "Arad de Betyeroham" (líneas 108-111). Sin embargo, el uso de una descripción étnica, "la casa de Yeroham" sugiere que podría referirse a una región. El pasaje puede ser arreglado para que se lea que la Gran Arad era la ciudad principal de una región llamada Arad de la casa de Yeroham y que había muchos fuertes en esa región incluyendo la fortaleza principal en la Gran Arad. Sin embargo, el conocimiento presente no permite una respuesta definitiva al problema de las dos Arad. La solución tal vez se encuentre si se conducen otras excavaciones en Tell Malhata.

Al final de la segunda temporada fue descubierto el lugar santísimo de un templo que parece haber tenido sus comienzos al principio del siglo X y haber continuado durante los períodos de los siguientes niveles. Dos altares de piedra guardaban su elevada entrada; tres estelas, una pintada de rojo, yacían en la cerca sagrada. El "lugar santísimo" estaba ubicado en el extremo occidental del edificio justamente como en el templo de Salomón en Jerusalén. Este es el primer templo realmente israelita que se ha descubierto. Mazar ha indicado que su existencia confirma la tradición que los descendientes de Hobab, el suegro ceneo de Moisés, se habían radicado en Arad (Jue. 1:16, LXX). Las relaciones de Moisés con los ceneos fueron con una familia de sacerdotes madianitas que sirvieron como guías a las fuerzas israelitas en su marcha por el desierto (Nm. 10:29-32). Por lo tanto, no debe sorprender que su ciudad principal contenga un centro de culto. El edificio se dejó de usar en los días de Ezequías ya que la pared de casamata del nivel VII se edificó sobre éste (ver más adelante). Ezequías fue el primer rey judío que destruyó varios centros de adoración fuera de Jerusalén (2 R. 18:4; 2 Cr. 31:1).

El nivel IX parece indicar una reconstrucción del fuerte por el rey Josafat (2 Cr. 19:4). El fuerte fue reforzado con una pared ancha y sólida. El y su vasallo, el rey de Edom, acompañaron al rey Joram de Israel en su campaña contra Moab (2 R. 3:4-21) y probablemente pasaron por Arad en su camino. Más tarde, los edomitas se aliaron con Moab en una invasión que no tuvo éxito contra Judá (2 Cr. 20:1-30). En los días de Joram, el hijo de Josafat, rey de Judá, Edom finalmente aseguró su independencia (2 Cr. 21:8-10, 16, 17, ca. 850-845 a. de J.C.).

El nivel VIII contenía una nueva fortificación por el rey Uzías, indudablemente como parte de su programa de desarrollo del Neguev (2 Cr. 26:1-10), el cual fue extendido por su hijo Jotam (2 Cr. 27:4). Bajo el rey Acaz, los edomitas vinieron con fuerza sobre Judá y le dieron un golpe severo (2 Cr. 28:17), trayendo de nuevo destrucción para Arad (ca. 734 a. de J.C.).

Las fortalezas de los niveles VII y VI fueron rodeadas por paredes de casamata con torres sobresalientes; los planos se asemejan a los del fuerte de la edad del hierro contemporáneo en Cades-barnea. El nivel VII debió de ser edificado por el rey Ezequías en su intento de independizarse del yugo asirio (2 R. 18:1; 2 Cr. 32:1-3), y la destrucción de este fuerte fue probablemente lograda por los edomitas en alianza con Senaquerib, rey de Asiria, quien los dominaba. Las tropas de este rey asolaron la tierra de Judá en represalia por la insurrección de Ezequías (ca. 701 a. de J.C.).

El rey Josías fue el último rey de Judá en ejercer su autoridad sobre las regiones del norte (Efraín y Manasés) y del sur (Simeón) de Judá (2 Cr. 33:6). El nivel VI fue probablemente un fuerte construido durante su reinado. Su devastación final muy probablemente ocurrió durante una de las campañas de Nabucodonosor (después del 600 a. de J.C.).

Los niveles V-I representan fuertes y colonizaciones de los períodos persas y de los primitivos árabes. En el período helenista se construyó una torre sólida de la cual los cimientos se conservaron hasta una altura de aproximadamente 6 mts. y alrededor de ésta se construyeron cuartos más pequeños. En su base se encontró una piscina de mortero para agua profunda.

La construcción de un fuerte romano probablemente precedió la conquista del reino nabateo (106 a. de J.C.). Durante este período, Arad fue sin lugar a dudas parte de la red defensiva de los romanos, las Limes Palaestinae. En relación con el Arad de este período, Eusebio dice que ésta era "una ciudad amorrea situada en el desierto llamado Cades, y aún ahora es una ciudad a 6 kms. de Malatis y a 32 de Hebrón" (Onomasticon 14:1 y sigtes.).

En el comienzo del período árabe, el fuerte fue transformado en una gran vivienda que pudo haber servido de hospedaje para los viajeros. En uno de sus cuartos fue encontrado un tesoro de vidrio y otras vasijas, los que fueron escondidos allí al ser abandonado el lugar.

Después de cada destrucción sucesiva, este sitio permaneció vacante por un tiempo suficiente para permitir que una gruesa capa de arcilla amarillenta cubriera cada estrato. La cerámica encontrada en cada nivel consiste de una cantidad numerosa de vasijas completas o casi completas.

Por to tanto, Arad provee una excelente colección de cerámicas judías de estratos bien definidos.

Dentro de la fortaleza se descubrieron varios talleres de la edad de hierro, a menudo con vasijas enteras que permaneciaían aún in situ. La evidencia de la considerable actividad commercial que tuvo lugar en Arad incluye las numerosas pesas de siclos que fueron halladas durante las dos temporadas de excavaciones.

Fueron hallados alrededor de cincuenta pedazos de cerámica inscrita, la mayoría de ellos muy fragmentados, 9 ó 10 del siglo IV a. de J.C. y el resto preexílicos. Siendo que la relación cronológica de estas inscripciones está firmemente establecida por la hermosa estratificaión de Arad, será ahora possible establecer la tabla cronológica de la epigrafía judía con un más alto grado de certeza que nunca antes.

La identificación de este sitio con Arad fue confirmada por el descubrimiento de una taza del siglo IX a. de J.C. inscrita 7 veces con el nombre "Arad", algunas veces de derecha a izquierda, otras de izquierda a derecha. Una carta de ca. 15 líneas, enviada por un judío llamado Yenahemyahu, hace referencia al "rey de Judá" y más adelante "a la maldad" que había tenido lugar. Varios pedazos inscritos contenían listas y nombres. Del estrato VI hay una vasija que contiene la inscripción "En el tercer (¿día?) del mes tsach ", lo cual parece indicar otro nombre del mes hebreo de la época preexílica (véase Is. 18:4).

BIBLIOGRAFIA: Y. Aharoni, "Elath and the Negeb Roads in the Biblical Period", Elath, The Eighteenth "Archaeological Convention, October, 1962, págs. 54-73 (Hebrew). "The Negeb of Judah", IEJ , vol. 8, 1958, págs. 26-38. J. Garstang, Joshua-Judges, London, 1931, págs. 82-83, 214-217, 357. M. Gihon, "The Limes Palaestinae' in the Time of Diocletianus", Elath, The Eighteenth Archaeological Convention, October, 1962, págs. 86-99 (Hebrew). N. Glueck, Rivers in the Desert, New York, 1959, págs. 50-53, 88, 114-115, 133. Hadashot Arkiologiot (Archaeological News), No.3, July, 1962, págs. 11-13, and No. 4, October, 1963, págs. 1-5 (Hebrew).

ARAM, ARAMEOS. El hogar propiamente dicho de los arameos fue la llanura que se extiende desde las montañas del Líbano hasta el Eufrates y desde los montes Tauros hasta Damacso. Amós afirma que vinieron de Kir, lo cual podría ser la designación de la llanura entre el río Tigris y los altiplanos de Elam. Cuando Tiglat-pileser capturó Damasco, deportó su población a Kir (2 R. 16:9).

En la tabla de las naciones bíblicas (Gn. 10), Aram es nombrado como hijo de Sem (Gn. 10:22, 23). Sus descendientes fueron Uz, Hul, Geter y Mas. Estos pueden ser identificados como tribus arameas que se radicaron al norte y al este de Canaán. El término Aram está frecuentemente unido a nombres de otros lugares para indicar relaciones raciales o geográficas. Estos incluyen: (1) Aram Naharaim, lit. "Aram de los dos ríos", algunas veces traducido Mesopotamia. Los dos ríos pueden ser el Tigris y el Eufrates o, más probablemente, el Eufrates y el Khabur. La ciudad de Harán (Harrán) estaba ubicada allí, así como Edessa, el centro de la cultura cristiana en Siria. (2) Paddan Aram, lit. "los campos de Aram" parece ser otro nombre para Aram Naharaim, la región asociada con Labán y los patriarcas bíblicos. (3) Aram Damascus, el reino arameo de Damasco (2 S. 8:5) que era el rival del reino de Israel durante gran parte de su historia. Estos son los arameos que los israelitas conocieron mejor. (4) Aram Zoba, el estado arameo más poderoso durante los días de la monarquía unida. Estaba ubicado al norte de Damasco y se extendía hasta el Eufrates. Saúl peleó contra los hombres de Zoba, y David dominó a Hadadezer, su rey (2 S. 8:5). (5) Aram Beht Rehob (2 S. 10:6). Su ubicación es incierta, pero puede ser idéntica con Beth Rehob cerca de Dan (Jue. 18:28). (6) Aram Maachah, una ciudad estado aramea del este del Jordán en la vecindad del monte Hermón (1 Cr. 19:6). (7) Gesur in Aram era un pequeño estado arameo cerca de Aram Maachan (2 S. 15:8). Ambos fueron unidades políticas durante el tiempo de David. Absalón fue el hijo de David y de Maacah, la hija de Talmai, rey de Gesur (2 S. 3:3).

NOTAS
IEJ Israel Exploration Journal

Una localidad llamada A-ra-em se menciona ya para el tiempo del rey acadio Naram-Sin durante el tercer milenio a. de J.C. Su relación con los arameos, sin embargo, es altamente problemática. Como los términes bíblicos Rama y Ramat, la palabra Aram significa "altura" y, sin duda, tenía además un amplio uso como término puramente geográfico sin referencia a los arameos étnicos. Algunos grupos nómadas conocidos como Sutu y Akhlame son identificados a menudo con los arameos, pero su relación exacta aún no puede ser determinada positivamente. Se sabe que los arameos se habían infiltrado en la Mesopotamia y en Siria, estableciendo un número de ciudadesestados para el 1100 a. de J.C. época cuando se tiene la primera referencia cierta fuera de la Biblia. Las inscripciones cuneiformes de Tiglat-pileser I mencionan los arama como un pueblo.

En los registros bíblicos, Labán, el suegro de Jacob, es llamado un arameo (Gn. 28:5). El vivió en Aram Naharaim (Gn. 24:10) y hablaba el arameo (Gn. 31:47). Parece que los patriarcas hablaban arameo mientras residieron en elárea de Harán, y aquellos que entraron en Canaán adoptaron el idioma del país, el cual se conoce actualmente como hebreo. El hecho que Rebeca, Lea y Raquel tengan raíces arameas se refleja en la confesión de Deuteronomio 6:5: "Un arameo a punto de perecer fue mi padre." Los israelitas reconocieron su parentesco con los arameos, aunque los dos pueblos fueron más tarde amargos rivales.

Durante el tiempo de los jueces, un opresor de Aram Naharaim invadó la tierra de lsrael controlándola durante 8 años (Jue. 3:8-10). Cushan-Rishathaim pudo haber sido uno de los príncipes heteos radicados en Mesopotamia que ocuparon el territoria israelita mientras peleaban contra Egipto. También es possible que Aram sea una lectura equivocada del nombre Edom, el cual estaba geográficamente más cerca de Israel. En efecto, todos los demás opresores fueron de tierras adyacentes a los territories tribales israelitas.

Los arameos son mencionados ligeramente durante los días de David cuando Hadad-ezer, rey del estado arameo de Zoba tuvo la asistencia de otros arameos que "estaban al otro lado del Eufrates" en su batalla contra Israel. Los 700 carros arameos y los 40.000 hombres fueron insuficientes contra el ataque de David. Haded-ezer perdió sus aliados y la asistencia aramea ante los amonitas en su batalla contra Israel (2 S. 10:16-19).

Se dispone de poca informationón de fuentes bíblicas o extrabíblicas concerniente al conflicto entre Salomón y los arameos de Damasco. Un hombre llamado Rezon tomó control de Damasco y empezó una política de hostolidad hacia Israel, la que fue continuada por los gobernantes posteriores de la dynastía que él estableció.

La división del reino de Israel después de la muerte de Salomón dio una oportunidad a los armeos de afirmar su superioridad, aprovechándose de la debilidad y disputas entre Israel y Judá.

Cuando Baasa de Israel empezó la fortificación de Rama, ubicada a 8 kms. al norte de Jerusalén, Asa de Judá se apresuró a completar una alianza con Benhadad de Damasco. El rey arameo recibió botín tanto del templo de Jerusalén como del palacio real para asegurar su cooperación. Por ese trato atacó el norte de Israel, un hecho que resultó en el alivio inmediato de Judá. Baasa se retiró a su capital en Tirsa y abandonó el proyecto de fortificar Rama. Anteriormente los eruditos pensaban que el Benhaded contemporáneo de Acab y Elías era el Ben-haded que hizo una alianza con Asa.

Desde el descubrimiento de la Estela de *Melcarth W. F. Albright y otros eruditos sugieren que son el mismo individuo.

No se cuenta con registro de batallas entre Ben-haded y Omri de Israel. Omri fue un monarca fuerte que buscó hacer de Israel una potencia mundial. La piedra *Moabita dice cómo forzó a Moab a pager un fuerte tributo. Al casar a su hijo Acab con Jezabel, hiji de Ethbaal rey de los sidonios, Omri entró en alianza con los fenicios. También edificó una nueva capital en Sique, un sitio más fácilmente defendido que Tirsa. El poder creciente de Asiria, probablemente, también actuó como preventivo a la agresión de Ben-haded contra Israel.

En los días de Acab, sin embargo, se reanudaron las hostilidades entre Damasco a Israel. Acab prestó atención a la contrucción de fortificaciones y a cultivar alianzas. Su matrimonio con una princesa fenicia y su dedicación al culto a Baal tuvieron la intención, en parte a lo menos, de asegurarse de poderosos aliados. Ben-haded, quien teniá sus propias ambiciones, reunió una poderosa coalición y atacó a Israel. Acab derrotó a los arameos y Benhaded milagrosamente escapó con vida.

Al año siguiente, los arameos estaban listos otra vez a desafiar el poder de Acab, pero sufrierin una apabullante derrota en Afec donde descubrieron que el Dios de Israel no era meramente un "dios de las montañas". Acab le concedió la vida a Ben-haded y, aparte de insistir en que las ciudades israelitas tomadas anteriormente por los arameos fueran restauradas y los derechos comerciales para los mercaderes israelitas en Damasco asegurados, los arameos no fueron castigados (1 R. 20:26-35). Acab era consciente de la creciente amenaza asiria a todos los estados occidentals del Asia y pudo haber pensado en que una política de amistad con los arameos al final sería muy provechosa.

Un año más tarde, los arameos, los israelitas y sus vecinos se juntaron para resistir al rey asirio Salmanasar lll en Karkar (855 a. de J.C.). Salmanasar se había movilizado virtualmente sin ninguna oposición a través del Asia occidental hasta alcanzar Cabor, la fortaleza que guardaba la entrada a Hamat y la baja Siria. La inscripción monolítica de Salmanasar relata la batalla que fue interpretada como una gran victoria asiria. El hecho de que Salmanasar no haya insistido en ir hacia Hamat o continuado su alegada Victoria indica que se dio cuenta de que una táctica de retirada era la manera más segura en esta emergencia.

En los años de tregua que siguieron a Karkar, los israelitas y los arameos reanudaron las hostilidades. Ben-hadad había fallado en restaurar las ciudades israelitas de la Transjordania y Acab buscó la ayuda de Josafat de Judá para atacar a los arameos. En el campo de batalla de Ramot-galaad, Acab murió.

El dominio arameo de Israel tuvo lugar durante el reinado de Hazael, quien asesinó a Benhadad y usurpó el trono de Damasco. Joram de Israel tomó ventaja de la situación de Damasco para sitiar a Ramot-galaad. Sin embargo, él fue herido en la batalla, y huyó a Jezreel donde fue asesinado por Jehú, quien asumió el trono de Israel y terminó con la dinastía de Omri.

Cuando los asirios marcharon de nuevo hacia el oeste, Hazael de Damasco no fue capaz de formar una coalición como Ben-hadad la había organizado. Los estados pequeños pagaron tributo a salmanasar en la esperanza de que no serían molestados. El *obelisco negro de Salmanasar describe, entre otros, a Jehú de Israel pagando su tributo. Sin embargo, Salmanasar no pudo dominar a Hazael y cuando los asirios se ocuparon con problemas en otros frentes, Hazael se lanzó contra Israel dominando la totalidad de Galaad y Baahan. Después de la muerte de Jehú, Hazael continuó sus ataques hasta que Joacoz, su hijo, fue dominado. Israel llegó a ser un estado vasallo y sirvió de ejemplo a otros que no querían cooperar con Hazael. Los arameos invadieron el país filisteo, ocuparon a Gat, y Hazael se abstuvo de atacar a Jerusalén sólo al serle entregado el tesoro del templo (2 R. 12:17, 18). Amós pronunció juicio contra Hazael porque "trillaron a Galaad con trillos de hierro" (Am. 1:3, 4).

El hijo de Hazael, quien tomó el nombre dinástico de Ben-haded, carecía de la fortaleza de su padre y fue debilitado por los renovados ataques de Asiria. Joás de Judá, por otro lado, era un gobernante fuerte que recuperó el territorio que Israel había cedido anteriormente a Demasco (2 R. 14:28).

La estela de Zakir, rey de Hamath, cuenta cómo "Ben-hadad, hijo de Hazael, rey de Aram", encabezó la alianza de reyes contra "Zakir, rey de Hamath y Lu'ash". Ben-hadad parece que estaba preocupado por el desequilibrio del poder que resultó por la unió de los estados de Hamath y Lu'ash. Zakir probablemente no estuvo de acuerdo en continuar la política antiasiria de los arameos de Demasco. Su victoria sobre la coalición encabezada por Ben-hadad fue otra evidencia de la declinación del poder de Damasco.

Bajo Jeroboam (II), el hijo de Joás, Israel continuó reconquistando territorio de los arameos. En 2 Reyes 14:28 se afirma que Damasco mismo fue incorporado a Israel. La frontera norte de Israel bajo Jeroboam alcanzó "las cercanías de Hamath" o Labwe.

El poder arameo resurge brevemente durante el reinado de Rezín (750-732 a. de J.C.). El control israelita fue eliminado, pero los anales de Tiglat-pileser III colocan a "Rasunnu de Aram" entre aquellos que pagaron tributo a los asirios. Rezín de Damasco y Peka de Israel resolvieron sus diferencias a fin de oponer resistencia unida a nuevos avances asirios. Cuando Acaz de Judá rehusó la alianza, Peka y Rezín invadieron a Judá y sitiaron a Jerusalén (2 R. 16:5; Is. 7:1-9). En su apuro, Acaz envió tributo y pidió la ayuda de Tiglat-pileser (2 R. 16:7, 8). El sitio fue levantado, pero la disposición de Acaz para cooperar con los asirios tuvo trágicas consecuencias.

Tiglat-pileser conquistó el norte de Israel, capturando ciudades y deportando a su población.

Posteriormente se lanzó contra Damasco la que cayó bajo su dominio en 732 a. de J.C. Los anales de Tiglat-pileser afirman que 591 ciudades de los "dieciséis distritos de Aram" fueron destruidas.

El reino arameo de Damasco, el último de los grandes estados arameos, perdió su independencia.

Aunque la lengua y cultura arameas persistirían por siglos, para nunca ser olvidadas, el poder político arameo se perdió para siempre.

"BIBLIOGRAFIA: R. A. Bowman, " Arameans, Aramaic and the Bible ", JNES VII, 1948, págs. 65-90. R. T.

"O'Callaghan, Aram Naharaim , Pontifical Biblical Institute, Rome, 1948. A. Dupont-Sommer, Les

"Arameens , A. Maisonneuve, Paris, 1949.

ARAMEO, IDIOMA. La lengua semita, hablada por los arameos del norte de Siria y del noroeste de Mesopotamia, se denomina el arameo. Se clasifica como una lengua semita y tiene afinidades íntimas con el amorreo y con el hebreo. Aunque los estados arameos perdieron su independencia política durante el tiempo de las conquistas asirias del siglo VIII a. de J.C., el idioma arameo se difundió paulatinamente a través de todo el Cercano Oriente y reemplazó al acadio, el idioma de Asiria y Babilonia, como la lingua franca del imperio persa.

Durante el tiempo del sitio de Jerusalén por Senaquerib (701 a. de J.C.), el hebreo era el idioma usado por los judíos y el arameo era el idioma usado en las transacciones oficiales con Asiria. El asirio Rab-saces, representante de Senaquerib, habló al pueblo en hebreo, pero los mensajeros de Ezequías se aseguraron que ellos entendían el arameo (2 R. 18:26). Para el tiempo de Esdras, sin embargo, la situación era a la inversa. La gran congregación reunida para oír la ley ya no usaba el hebreo como su lengua oficial. El pueblo estaba atento y Esdras y sus asociados "leyeron el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura" (Neh. 8:8).

JNES Journal of Near Eastern Studies

La frase traducida "y ponían el sentido" es la equivalente hebrea exacta de la palabra aramea usada para leer un documento oficial en la lengua vernácula, proceso que se entiende como traducción.

Durante el exilio, los judíos adoptaron el arameo, así que se hizo necesario que la ley hebrea fuese traducida a la lengua vernácula.

Las traducciones de la Escritura al arameo, conocidas como tárgumes, eran orales en vez de escritas hasta los primeros siglos de la era cristiana. El hebreo era usado por los líderes religiosos y nunca desapareció como el idioma de la oración y de las Escrituras. Fue usado por la comunidad del Qumrán como el idioma de la devoción e instrucción aun hasta el siglo I d. de J.C. La mayoría de los judíos, sin embargo, usó el arameo como el lenguaje de la vida diaria.

El *alfabeto en el cual el arameo fue escrito tenía una simplicidad que hacía posible el reemplazo de las complicadas sílabas cuneiformes del acadio y del antiguo alfabeto hebreo-fenicio.

La ventaja de la escritura alfabética sobre la escritura silábica indudablemente aceleró la tendencia a que el arameo reemplazara al acadio como el idioma oficial del Cercano Oriente.

Los israelitas tenían contactos continuos con los pueblos de lengua aramea desde los tiempos de los patriarcas hasta el fin de la historia del Antiguo Testamento. Algunas porciones de la Biblia fueron escritas en arameo y otras muestran la influencia aramea de vocabulario y gramática.

Largas porciones de Daniel (2:4-7:28) y Esdras (4:8-6:18; 7:12-26) fueron escritas en arameo así como un versículo en Jeremías (10:11) y el lugar llamado Jegar Sahaduta, mencionado por Labán (Gn. 31:47).

Una cantidad importante de materiales no bíblicos están disponibles para el estudiante de la literatura aramea precristiana. Esta incluye inscripciones de las ciudades-estados arameo s y documentos escritos en el arameo oficial del imperio persa.

Papiros arameos que consisten de registros de la colonia judía en Elefantina, cerca de la primera catarata del Nilo, fueron descubiertos entre los años 1898 y 1960 (ver ELEFANTINOS, PAPIROS). Estas cartas databan del siglo V a. de J.C. y arrojan luz en cuanto a las condiciones de los judíos de Egipto durante los tiempos persas.

Como el vernáculo de la Palestina del Nuevo Testamento, el arameo era el idioma de Jesús y de la iglesia primitiva. Aunque escritos en griego, los Evangelios contienen un número de breves expresiones arameas que incluyen: Talitha cumi, "niña levántate"; Efata, una variante dialéctica de ithpattach, "Sé abierto"; y Eloi, Eloi lama sabactani , una variante de Elahi, Elahi, lema shabactani, "Dios mío, Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mr. 5:41; 7:34; 15:34-el arameo del Salmo 22:1). La palabra familiar abba, "padre", usada por Jesús (Mr. 14:36) y por la iglesia primitiva (Ro. 8:15; Gá. 4:6), es un arameísmo. Esta es una expresión reservada para uso íntimo dentro de la familia y es un nombre cálidamente personal para Dios.

Una fórmula aramea de oración, citada en 1 Corintios 16:22, también aparece en el documento conocido como la Didache o "Las Enseñanzas de los Apóstoles". Sus palabras Marana tha significan "nuestro Señor, ven". Numerosos nombres personales (por ejemplo Tomás, Barrabás, Marta) y nombres de lugares (por ejemplo Gólgota, Gabata) también reflejan el trasfondo arameo de Jesús y del cristianismo primitivo.

En los primeros siglos de la eva cristiana, el arameo continuó siendo el idioma de uso común en el Cercano Oriente. Aunque el griego lo había reemplazado como el lenguaje del comercio y de muchos centros urbanos, los dialectos arameos no fueron suplantados sino hasta el siglo VII cuando el árabe, otro idioma semita, llegó a ser dominante.

La literatura postcristiana judía se escibió principalmente en arameo. El arameo judío palestinense era el dialecto del Talmud de Jerusalén y de los escritos de los sabios palestinenses.

En forma estaba más cerca del arameo oficial que del dialecto oriental usado porlos autores del Talmud babilónico.

Las iglesias cristianas de Siria y Mesopotamia usaron el diealecto oriental arameo conocido como siriaco. Este era el idioma que se hablaba en la región de los alrededores de Edessa que vino a ser un centro primitivo del cristianismo. Obras siriacas usaron una escritura distintiva y cubren una amplia variedad be materials incluyendo textos bíblicos (Versión Antigua Siriaca, Peshitta de Rabulla, el Diatessaron de Taciano), comentarios (Ishodad de Merv, en 859 d. de J.C.) y otros numerosos escritos. Siriaco era el idioma de las iglesias jacobitas y nestorianas, habiendo estas últimas participado en un extenso trabajo misionero que empezó con el siglo VII d. de J.C.

Residuos de este avance, que alcanzó el centro de Asia, aún existen en Iraq, Irán y Malabar, en la India.

Un dialecto arameo conocido como el mandeano fue usado por una secta gnóstica en la baja

Mesopotamia que produjo un abundante cuerpo de material literario. Debido a que la secta estaba aislada del cristianismo, judaísmo e islamismo, esta literatura marca un desarrollo lingüístico independiente. La fe mandeana no está muerta, pero el número de sus adherentes está disminuyendo.

'ARAQ EL-EMIR. Este sitio se encuentra ubicado en el Wadi Sir, un wadi de buena irrigación en la Transjordania que corre hacia el suroeste desde la llanura oriental y se une con el Wadi Kefrein el cual desciende al valle del Jordán. Está en línea directa de Jericó a Amán, ca. de 29 kms. al oriente de jericó y 16 kms. al oese de Amán y ocupa la ribera occidental del Wadi Sir. La ubicación de por sí es impresionante, porque hay una fuente continua de agua de numerosos arroyos lo cual posibilita la irrigación de jardines sobre terrazas a lo largo del wadi. También hay una vista que domina el descenso al mar Muerto el cual se encuentra a 610 mts. bajo el nivel de 'Araq el-Emir.

I. Descripción de los Monumentos. Tan impresionante como su ubicación son las ruinas, ya que esta área fue el hogar de Tobías de Amón, una familia rica e influyente, especialmente en el período persa. Hay tres áreas principales de interés arqueológico.

A. Las Cavernas. Primero están las cuevas por las cuales el sitio ha sido llamodo. Al lado occidental del wadi, más allá de los jardines en las terrazas, la superficie de un risco ha sido pulida, las puertas y ventanas se han labrado en la roca, se han esculpido cavernas de gran tamaño, y el conjunto ha sido rubricado con la inscipción del nombre "Tobías" dos veces en la roca. Estas son las "cavernas del príncipe", el 'Araq el-Emir.

B. 'Araq. Segundo, hay una villa de 'Araq, la cual se encuentra a alrededor de 219 mts. del acantilado. La villa está edificada en una roca que sobresale del borde de los riscos que rodean el wadi Sir. En la villa hay rastros de murallas que cercaban una ciudad antigua en un área de casi 1 ha. Desparramados alrededor, en la parte sureste de la villa, se encontraton fragmentos de arquitectura, incluyendo estrías y piedras adornadas con motives decorativos.

C. El Qasr. Tercero, la ruina que es tal vez la más impresionante y la más diffícilde explicar es la de Qasr el- 'Abd, "el Castillo del esclavo". Esta es la ruina de un inmenso edificio cuya función se desconoce. W. F. Albright opina que era el mausoleo de Tobías (The Archaeology of Palestine, Rev. ed., Penguin Books, Baltimore, 1960, pág. 150); pero otros suponen que era un palacio, templo a fortaleza. En cuanto al origen del nombre y las leyendas concernientes al Qasr el- 'Abd, véase: H.C. Bulter, Syria, Div. II, Sec. A, E. J. Brill, Leiden, 1919; C. R. Conder, Heth and Moab, 3a. ed., Macmillan and Co., London, 1892).

El Qasr el- 'Abd es una estructura importante; ha sido descrita por Rostovtzeff como "la única ruina helénica de gran interés en la Transjordania" (Social and Economic History of the Hellenistic

World, Oxford University Press, Oxford, 1959, pág. 426). Su tamaño y las proporciones de los materials de construción son importantes. La estructura es ca. 37 por 49 mts. Construida con inmensas piedras calizas que varían en tamaño pero que oscilan entre 3 mts. de altura y 5 mts. de largo. Las piedras estaban unidas por un arreglo de escuadra machimbrada sellada con grafito.

Todo el edificio estaba elaboradamente decorado con una mezcla de estilos orientales y helénicos.

Lo que más rápidamente atrae la atención del turista es el friso que tiene 2 mts. de altura. Se ha conservado en la esquina noreste. Sobre este friso dos inmensos leones esculpidos se ven sobre la pared.

II. Investigacion y Documentacion Inicial. El descubrimiento de 'Araq el-Emir en tiempos modernos data de 1817 cuando C.L. Irby y James Mangles visitaron el sitio. Fue también visitado por C.R. Conder hacia fines del siglo XIX. El estudio más impotante del lugar, hasta las excavaciones recientes, fue elaborado por Howard C. Butler de la expedición de la Universidad de Princeton a Siria en 1904-5 quien midió cuidadosamente el sitio y presentó dos reconstrucciones como alternativas para el Qasr el-'Abd.

Se encontró documentación significativa en las Antigüedades de Josefo (XII. 228-234) donde el lugar está descrito con considerable exactitud. Su descipción de Qasr el-'Abd indica que se encontraba rodeado de un ancho y profundo pozo y llama la atención al friso de los leones.

También menciona las cuevas y dice que se usaron para celebrar banquetes, como dormitorio y habitación. Se señala la defensibilidad de las cavernas; él escribe, referente al constructor: "Las entradas a las cavernas …él las hizo más angostas para que sólo una persona y no más pudiera entrar a la vez; y este arreglo se hizo deliberadamente por razones de seguridad, a fin de evitar el peligro de ser sitiado." Otra documentación se encontró en el *papiro de Zenón, pero ésta será discutida más adelante.

III. Excavación. El primer intento de excavación en 'Araq el-Emir fue emprendido en abril y mayo de 1961 por la Escuela Americana de Investigación Oriental. Durante estos meses fue hecho un sondeo bajo la dirección de Paul W. Lapp. El trabajo fue continuado en septiembre de 1961 con una excavación a completa escala.

Durante el sondeo, 2 áreas fueron investigadas: (1) 2 cuadros fueron abiertos en la villa de 'Araq y (2) 6 cuadros en y alrededor de Qasr el-'Abd. Las 2 áreas en Áraq revelaron 4 estratos de ocupación en los dos o más metros de escombros sobre la base rocosa. La cerámica de estos cuadros procedía principalmente del período ca. 200 a. de J.C.-200 d. de J.C., pero había también fragmentos del hierro I (alrededor del siglo XI al siglo X a. de J.C.) cerámica que fue descubierta en el estrato IV.

La investigación del Qasr el-'Abd reveló, en todos los cuadros, la misma estratifición básica de los tres períodos de ocupación. Los estratos I y II eran bizantinos. El estrato I data de alrededor del siglo V d. de J.C., después del terremoto que destruyó el edificio (posiblemente el terremoto que derribó las murallas de Kerak en el 365 d. de J.C.). El estrato II era una ocupación anterior al 365 d. de J.C. Hay muy poca evidencia de los períodos de la ocupación original del edificio (estrato III). De este período se encontraron solamente una moneda muy desgastada, la que fue considerada del siglo II a. de J.C., por el padre Spijkerman del Museo de la Flagelación en Jerusalén, la base de un plato decorativo y lo que posiblemente era la boca de un jarro. Estos señalan al origen helénico del Qasr el- 'Abd. (Para detalles véase: Paul W. Lapp, "Sounding in 'Araq el-Emir", BASOR, No. 165, 1962, págs. 16-34).

IV. Ocupación. Los sondeos en 1961 revelaron información concerniente a los períodos de ocupación. Hay evidencia de una colonización en el período del hierro I. Luego hay una brecha hasta la ocupación más antigua helénica a principios del siglo II a. de J.C.

A. El papiro de Zenón. Estos hallazgos dan solución a una cuestión antigua pero crean una nueva. L. H. Vincent y B. Mazar prefieren una fecha en el siglo III a. de J.C. para el Qasr el- 'Abd.

Esta posición está basada en la referencia del papiro de Zenón a una fortaleza (gr. baris; arameo, birta) en el tiempo de Tolomeo II Filadelfo. Dos cartas de Tobías, fechadas en el 259 a. de J.C., informan de la aceptación del pedido que hizo Tolomeo de ciertos animales. Tambián, hay un contrato de venta de una muchacha esclava hecho a "Birta de Ammanitis", es decir, los cuarteles generales de Tobías. Esta birta esidentificada por Vincent y Mazar, junto con otros, con el Qasr elÁbd.

Sin embargo, no hay evidencia para fechar el edificio en el siglo III, haciéndose necesaria una investigación en algún otro lugar para el sitio mencionado en el papiro de Zenón.

B. La fecha del Qasr el-'Abd. Josefo acredita la construcción de esta estructura a Hircano, quien era nieto de Tobías. Alrededor del 200 a. de J.C., Hircano fue forzado a huir de su casa paterna y construyó una fortaleza, la cual llamó "Tiro" (el gr. tyros, que es la transliteración de la forma aramea tura y el hebreo sur , "roca, fortaleza"), Albright acepta la narración de Josefo sobre el origen de la estructura y la fecha alrededor del 175 a. de J.C. (The Archaeology of Palestine, pág. 150). El Qasr el-'Abd, por lo tanto, puede ser una de las estructuras posteriores que se erigieron en 'Araq el-Emir, mientras que la historia de su ocupación se remonta mucho más atrás.

La naturaleza de la colonización de la edad del hierro no está aún clara. Mientras que la evidencia para la occupación del 'Araq el-Emir en la edad del hierro no es abundate, las investigaciones arqueológicas han mostrado que el área alrededor fue colonizada extensivamente en la edad del hierro y que la población creció en densidad durante los peródos helénicos y romanos. (Véase: Nelson Glueck, Explorations in Eastern Palestine, IV, AASOR, 25-28, págs. 355 y sigtes.) La ocupación más sobresaliente en Áraq el-Emir, sin embargo, fue la de Tobías.

C. La Inscripción de Tobías. Uno de los factores significativos para identificar el sitio es la inscripción del nombre "Tobías" (t-w-b-y-h) en la superficie del risco donde las cavernas están ubicadas. Albright considera que la inscripción es de caracteres arameos del siglo III a. de J.C. e identifica este Tobías con el Tubías del papiro de Zenón (Archaeology of Palestine, pág. 149). Sin embargo, B. Mazar, coloca la inscripción a finales del siglo VI o principios del siglo V. a. de J.C.

Considera el teth como la forma transitiva del antiguo hebreo y el arameo del período persa y llama la atención a la forma arcaica del yod ("The Tobiads" IEJ, VII, 1957, págs. 141, 142). El teth es esencialmente la forma posterior de la letra y la forma del yod probablemente puede explicarse por la naturaleza de la escritura; esto es, que es una inscripción formal que ha utilizado una forma arcaica.

El hecho de que las referencias literarias al 'Araq el-Emir datan de mediados del siglo III indica que este fue su período de prominencia y falta de evidencia arqueológica de una extensa AASOR Annual of the American Schools of Oriental Research actividad de construcción antes del principio del siglo II debiera considerarse en este caso. Parece innecesario fechar la inscripción antes del siglo III a. de J.C., aunque podría remontarse al tiempo de Tobías, el contemporáneo de Nehemías. Véase: R. A. Bowman, "The Book of Nehemiah (Exposition)", IB, III, Abingdon Press, New York, 1954, pág. 676.

V. Pertinencia al Estudio Biblico. La asociación entre Áraq el-Emir y la Biblia es bastante clara. El nombre Tobías se menciona primeramente en Zacarías 6:9-14 como uno de los judíos ricos y bien vinculados, quien respalda al sumo sacerdote sadoquita. El origen de la familia probablemente se remonta mucho tiempo atrás (ben Tabeel, en Is. 7:6, se ha sugerido como un miembro de la familia), pero el período más prominente para ellos comienza ca. 520 a. de J.C.

(Para una discusión detallada de los orígenes de la familia véase: Mazar, "The Tobiads".)

A. Nehemías. En el libro de Nehemías, los Tobías aparecen bien establecidos en la Transjordania. A Tobías se le llama "el siervo amonita" en Nehemías 2:19 como un término de mofa. La expresión "siervo", sin embargo, como aparece en los sellos de la época, designa a un oficial del reino. En este caso, Tobías podría ser un persa designado para gobernar el territorio amonita. Este mismo Tobías estaba emparentado, por matrimonio, con el sumo sacerdote Eliasib y era altamente apreciado por él (Neh. 13:4-7). También era prominente en los asuntos de Jerusalén (Neh. 6:17-19). Ha sido largamente debatido si Tobías era un judío, un amonita o una mezcla sanguínea; pero ninguna conclusión cierta puede hacerse sobre la materia.

Había una gran rivalidad entre Nehemías y Tobías. Tobías aparece primero como uno de los oponentes a la reconstrucción de las murallas de Jerusalén (Neh. 2:17-20; 4:7-9; 6:1 y sigtes.); pero, cuando estuvieron listas, se radicó en la ciudad. Una acción decisiva fue finalmente tomada por Nehemías, quien, sabiendo que Eliasib le había dado a Tobías cámaras en el templo durante su ausencia de la ciudad, echó a Tobías, arrojó fuera todos sus muebles y limpió los cuartos donde él había estado (Neh. 13:6-9).

B. Los Macabeos y Josefo. Aun después del episodio de Nehemías 13 la influencia de los Tobías en Jerusalén no había terminado. De acuerdo con Josefo, fue simplemente porque era inseguro para él ir a Jerusalén que Hircano fue a la Transjordania donde construyó su fortaleza.

Cuando Antioco IV Epífanes subió al trono de Siria, Hircano se suicidó por temor a las represalias, porque él había sido del bando de los egipcios. Sus tierras fueron confiscadas por Antioco (Josefo, Antigüedades XII, 236). De este período hay sólo dos referencias a esta área, las cuales se relacionan con la invasión de Antioco: 1 Macabeos 5:9-13 que se refiere a la "tierra de Tob"; y 2 Macabeos 12:17 que se refiere a los judíos llamados "tubieneses".

"BIBLIOGRAFIA: Paul W. Lapp, "Soundings at 'Araq el-Emir (Jordan)", BASOR , No. 165, 1962, págs. 16- "34, C. C. McCown, "The 'Araq el-Emir and the Tobiads", BA , XX, 1957, págs. 63-76. B. Mazar, "The "Tobiads", IEJ . VII. 1957, págs. 137-145, 229-238. L. H. Vincent, "La Palestine dans les papyrus "ptolemaïques de Gerza", RB , XXIX, 1920, págs. 161-202.

ARARAT. Véase URARTU.

AREOPAGO. El nombre areópago fue aplicado a un promontorio rocoso de 113 mts. de altura ubicado al noroeste de la acrópolis ateniense y al concilio de ancianos que allí se reunía. La leyenda cuenta que Atenea, la diosa de la sabiduría, presidía en el areópago cuando Orestes fue absuelto de culpa en la muerte de su madre Clytemnestra.

RB Revue Biblique

Durante los siglos V y VI a. de J.C., el areópago era el centro de poder de la aristocracia ateniense. En años posteriores su poder fue decreciendo gradualmente, aunque el prestigio del areópago se mantuvo por algún tiempo bajo el imperio romano.

La corte del areópago se reunía al aire libre con el acusador y acusado parados sobre plataformas labradas en la roca. Fue aquí donde Pablo predicó su famoso sermón a los atenienses (Hch. 17:21-34).

Véase también ATENAS.

ARMAGEDON. Véase MEGUIDO.

ARMAMENTOS. Véase ARMAS y ARMAMENTOS.

ARMAS Y ARMAMENTOS. La arqueología ha arrojado considerable luz sobre el tipo de armas usadas en el antiguo Cercano Oriente. Además del descubrimiento de las armas en tumbas o ruinas de las ciudades excavadas, los bajos relieves frecuentemente representan las batallas de los reyes asirios mostrando las armas de combate. Los textos literarios, incluyendo la Biblia, dan detalles concernientes a la naturaleza y uso de las armas.

El arco y la flecha figuran como las armas más comunes en el Cercano Oriente durante los tiempos bíblicos. Se usaban en ambos extremos de la fértil media luna -Sumer y Egipto. Los bajos relieves representaban a los arqueros del ejército de Salmanasar sitiando una ciudad siria.

Los arqueros son también prominentes en un relieve que muestra el ataque de Senaquerib sobre Laquis en Judá. Los egipcios usaban madera seca de un metro y medio de largo para sus arcos y hacían las cuerdas de cuero o de tripas de animales. El arquero sostenía el extremo inferior de la cuerda con sus pies, en el suelo, y doblaba el extremo superior hacia abajo para poder asegurar la cuerda en un nicho. El jeroglífico egipcio que representaba la palabra "soldado" muestra a un hombre agachado con un arco y una aljaba.

Las flechas que han sido desenterradas en varias partes del Cercano Oriente aparecen en una amplia variedad de formas y materiales. Las primeras puntas de flecha se hacían con cascajos de pedernal o con pedazos de hueso. Los metales, como el bronce y luego el hierro, llegaron a ser más tarde los materiales comunes para las puntas de las flechas que se ajustaban en una flecha hecha de caña o de madera liviana. Para dar dirección a la flecha se colocaban dos mitades de una pluma en el extremo posterior de la flecha. Las flechas se guardaban en una aljaba que se llevaba en el lado izquierdo o en la espalda del arquero.

IMPLEMENTOSY ARMAS DE BRONCE de Persia. Cortesía de Sculpture Masterworks Company, Nueva York. El arco y la flecha se usaban en el deporte de la caza. Isaac, en su ancianidad, envió a Esaú al campo con esta orden: "Toma pues ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza" (Gn. 27:3). Los arqueros filisteos, en el monte de Gilboa, hirieron a Saúl y mataron a su hijo Jonatán (1 S. 31:1-3). En el campo de batalla de Ramot de Galaad, un arquero sirio "disparó su arco a la ventura" e hirió mortalmente al rey Acab de Israel (1 R. 22:34). Más tarde, en el campo de batalla de Meguido, los arqueros del ejército del faraón Necao hirieron mortalmente a Josías (2 Cr. 35:23). El arco era un arma importante del Cercano Oriente hasta la batalla de Maratón (490 a. de J.C.) cuando las lanzas griegas resultaron ser más efectivas que los arcos persas.

Los arqueros eran tenidos en gran honra entre los israelitas. Jonatán, el hijo del rey Saúl, era reconocido como un arquero experto (2 S. 1:22). Las flechas podían herir y matar por sí mismas, pero en ocasiones se les ponía veneno para que fueran más mortíferas. Aun se lograba otra manera de sembrar destrucción horadando las puntas de las flechas en varios lugares y rellenando los huecos con estopa empapada con algún combustible. A la hora de la batalla se encendía la estopa y el tiro de flecha clavaba su fuego en el blanco señalado. El salmista habla de los juicios de Dios, quien "ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes" (Sal. 7:13). Pablo urgía a los cristianos efesios a tomar "el escudo de la fe" a fin de que pudieran "apagar todos los dardos de fuego del maligno" (Ef. 6:16).

La honda era usada por los pastores para proteger sus rebaños de los ataques de las bestias salvajes. David, siendo un joven pastor, había aprendido el uso de la honda y sacó ventaja de este conocimiento cuando se enfrentó con el campeón filisteo Goliat (1 S. 17:1-54). Las hondas antiguas eran hechas de dos cuerdas de nervio, cuero o lazo con un receptáculo de cuero en medio del cual se colocaba una piedra pequeña o pedazo de plomo. Para operar la honda, el pastor o guerrero la giraba rápidamente una o dos veces por sobre su cabeza y entonces descargaba la piedra soltando una de las cuerdas. Un experto tirador, como David, lograría que la piedra pegara en el blanco preciso. Se tenía gran cuidado en la selección de las piedras. Ciertas piedras de pedernal para honda descubiertas durante las excavaciones de Tell Beit Mirsim habían sido pulidas cuidadosamente y trabajadas por los antiguos guerreros. Los benjamitas eran notables por su destreza con la honda. Durante la guerra entre Benjamín y otras tribus había "setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban" (Jue. 20:16; comparar con 1 Cr. 12:2).

Durante la conquista de Canaán, la suerte de los vecinos de Israel fue una completa destrucción "a filo de espada" (compárese Jos. 7:21; 10:28-38; 11:12). La espada y la daga, eran armas mortales usadas en el combate cuerpo a cuerpo. Espadas ricamente ornamentadas han sido desenterradas en Mesopotamia y Egipto. Las espadas egipcias tenían de 75 a 90 cms. de largo, con un doble filo que remataba en punta. El rey, sin embargo, usaba una espada más pequeña en su cinto. Frecuentemente estaba ornamentada con una o dos cabezas de halcón, que representaban al dios Orus.

Parece que las espadas usadas en Israel eran muy cortas. Ahod usó una de 0.45 a 0.50 mts. cuando mató a Eglón, el moabita, opresor de Israel (Jue. 3:16-23). La espada se llevaba normalmente en una vaina que se ajustaba a la cintura (1 S. 17:39; 2 S. 20:8). Las hojas eran normalmente de hierro, un hecho que les daba una ventaja a los filisteos sobre los israelitas, hasta que el monopolio del hierro de los filisteos se acabó durante el reinado de David (1 S. 13:19). La espada de "dos filos" es notoria como un arma temible (Jue. 3:18; Sal. 149:6).

Se han descubierto dagas en *Laquis y *Meguido del período anterior a la entrada de los patriarcas en Canaán. Especímenes de una espada curva, que datan del 1800 a. de J.C., afilada en ambos lados, se hallaron en *Siquem; una daga del tipo de los hiksos en Palestina, de 2000 a 1500 a. de J.C., tiene su filo en forma de hoja de árbol. Una daga de los heteos descubierta en *Bet-sán data del siglo XV a. de J.C. Una daga de Laquis del siglo XVI a. de J.C., ostenta una inscripción que es uno de los ejemplos más antiguos de escritura alfabética (véase ALFABETO).

Durante sus excavaciones en Gerar, Flinders Petrie descubrió una fábrica de espadas y un centro de fundición de hierro. Cerca de una caldera descubrió puntas de lanza, dagas y puntas de flechas que datan del 1300 al 800 a. de J.C.

Las lanzas egipcias tenían de 1.50 a 2 mts. de largo, con cabezas de bronce o hierro. Las jabalinas eran más livianas y más cortas, de apenas 1.20 mts. La punta de lanza tenía un hueco en el cual encajaba el mango de madera. Muchas puntas de lanza de varios tamaños se han hallado en las excavaciones de Palestina.

Goliat de Gat iba armado con una enorme lanza (1 S. 17:7), pero David lo tumbó con su honda.

Saúl, en sus celos enfermizos en cuanto a la popularidad de David, le tiró una lanza al joven, esperando clavarlo a la pared (1 S. 18:10, 11; 19:9, 10). Más tarde, en un ataque de ira, Saúl arrojó una lanza contra su propio hijo Jonatán (1 S. 20:33).

El hacha de batalla era una versión mejorada del garrote primitivo. En Egipto el hacha de batalla de tiempos pasados incluía un mango de 0.60 a 0.80 mts. de longitud, con una cuchilla de bronce o hierro la cual se aseguraba al mango por medio de cuñas de bronce. El mango se amarraba para prevenir rajaduras. Las hachas de batalla eran conocidas también por los heteos, asirios, babilonios y elamitas. En Jeremías 51:20, a Babilonia se le designa como "martillo" en la mano del Señor, por medio del cual Dios humilla a las naciones que están maduras para el juicio.

La palabra "martillo" fue usada por el profeta probablemente con la idea del garrote en lugar de la más sofisticada "hacha de batalla".

Los arietes se usaron para abrir boquetes en las murallas de la ciudad sitiada. Tales arietes (compárese Ez. 4:2; 21:22) eran hechos uniendo una cabeza metálica a una enorme viga.

Doscientos hombres se necesitaban para levantar la viga y tratar de romper la muralla. Se idearon máquinas para lanzar grandes piedras y flechas. Torres móviles podían acarrear hombres y proyectiles hasta la muralla de la ciudad sitiada.

La pieza más usada del armamento de defensa era el escudo. El escudo estaba elaborado para cubrir todo elcuerpo. Era de forma oval o rectangular y, en el caso de Goliat por lo menos, un escudero iba delante del guerrero para protegerlo durante la batalla (1 S. 17:7). Los ejércitos de Judá, en tiempo de Asa (1 S. 17:7), incluían a los portadores de escudos.

Los escudos eran generalmente hechos de madera o mecha tejida recubierta con cuero.

Ezequiel anuncia un día cuando los "escudos y broqueles" junto con otras armas serán quemados (Ez. 39:9). Los escudos de bronce se usaban ya en el tiempo de Roboam (1 R. 14:27), pero probablemente eran muy costosos para ser producidos en gran escala.

Desde los primeros tiempos, los sumerios, elamitas y sus sucesores en el sur de Mesopotamia usaban yelmos cuando iban a la batalla. La cabeza de un toro o buey salvaje se usaba algunas veces, tal vez con el propósito mágico de recibir la fortaleza del animal cuya réplica usaba el soldado. Posteriormente se adoptó un gorro de cuero, pero continuaron usándose los cuernos.

Algunas veces los soldados babilonios eran representados con varios pares de cuernos.

Los elamitas introdujeron los yelmos metálicos, los que fueron adaptados de varias maneras por los babilonios y asirios. Los yelmos heteos dibujados en las murallas del templo de Karnak en Egipto to tienen la forma de un gorro para la cabeza. Los egipcios mismos no usaron yelmos sino hasta una época avanzada de su historia.

El gigante filisteo Goliat usaba un yelmo de bronce al desafiar a los ejércitos de Israel (1 S. 17:5). David estaba desarmado con excepción de su honda, pero después que hubo matado a Goliat, Saúl le colocó un "casco de bronce" en su cabeza (1 S. 17:38). Durante los prósperos días del rey Uzías, el ejército de Judá estaba equipado con yelmos (2 Cr. 26:14).

Cotas de malla que se usaban para proteger el cuerpo de los soldados durante el combate se han descubierto en Ras Shamra, Boghazkoy y Alalakh las que datan del siglo XV a. de J.C., aproximadamente. Las tablillas de Nuzi, del mismo período, mencionan armaduras para carros y caballos. En el período de los Macabeos los elefantes eran protegidos con una armadura (1 Mac. 6:43).

Goliat usó una cota de malla de bronce (1 S. 17:5) aunque los soldados comunes de esa época probablemente usaban cotas de cuero. Se mencionan cotas de malla como parte del equipo del ejército de Uzías (2 Cr. 26:14) y también de los trabajadores armados de Nehemías que estaban preparados para defenderse de los ataques de los samaritanos (Neh. 4:16).

"BIBLIOGRAFIA: Yigael Yadin, The Art of Warfare in Biblical Lands , 2 vol. McGraw-Hill, New York, "1963. A. G. Barrois, " L'Outillage et la Metallurgie ", Manuel d'Archeologie Biblique , I, Editions Auguste Picard, Paris, 1939.

ARQUEOLOGIA. La arqueología es el estudio científico de los materiales remanentes que han dejado los hombres de épocas pasadas. La mayoría de los países modernos han emprendido un estudio de su pasado remoto excavando ciudades antiguas, tumbas, etcétera, por lo cual actualmente hay un vasto cúmulo de acontecimientos en cuanto al hombre antiguo alrededor del mundo. Hay muchas ramas de la ciencia de la arqueología. La "arqueología bíblica" se interesa por la comprensión de la historia, vida, costumbres y literatura de los israelitas y los pueblos circunvecinos que influyeron en el antiguo Israel. Por lo tanto, un valioso material está disponible del antiguo *Egipto, *Moab, *Edom, *Amón, Siria, *Canaán, *Asiria, *Babilonia, *Persia, Grecia y el mundo romano. Cualquier descubrimiento de estas tierras que arroje luz sobre la historia, la religión, las costumbres o la literatura bíblicas entra en la esfera de la arqueología bíblica.

I. Fuentes de Información. La arqueología obtiene su información de los materiales remanentes dejados por los hombres en épocas pasadas. Hay dos categorías amplias: los documentos escritos que fueron inscritos en piedra, barro, metal, papiros, pergaminos, madera, etc., y los documentos no escritos que abarcan toda clase de remanentes-edificios de varias clases, fortificaciones, esculturas, vasos caseros, herramientas, ornamentos personales, monedas, armas, vestuario, piezas de arte, comida, huesos humanos y de animales, etcétera. Estos se encuentran en asociación con edificios que han sido parcial o totalmente cubiertos o en tumbas o fosas.

Numerosos edificios están aún más o menos expuestos a la intemperie, entre los cuales pueden notarse las *Pirámides y los templos de Egipto, el Partenón y otros edificios de la *Acrópolis en Atenas, la gran torre *ziggurat en *Ur de los caldeos, y varios templos romanos, *acueductos, caminos y murallas, los cuales pueden verse en muchas regiones. En estos casos, cualquier inscripción, obras de arte o los rasgos arquitectónicos generales están disponibles para estudio con poca o ninguna excavación.

En algunos casos, los edificios remanentes están parcialmente cubiertos por la sedimentación acumulada de los siglos, la cual se amontona alrededor de las porciones bajas. Esta tiene que quitarse antes que toda la estructura sea visible. Algunos de los edificios mencionados se encuentran en esas condiciones.

Otros remanentes están completamente cubiertos y necesian ser expuestos a la vista por la destreza del excavador. Por ejemplo, en el curso de los siglos sucedió que algunas veces una ciudad desierta que yacía al pie de la montaña o promontorio era gradualmente cubierta por los aluviones producidos por las lluvias. Los edificios del antiguo mercado en Atenas y el Foro de Roma fueron cubiertos de esta manera. En algunos casos, ciudades desiertas fueron cubiertas por la arena o el polvo levantado por el viento, como fue el caso de las antiguas colonias en Arabia y Egipto. Ocasionalmente, una ciudad fue cubierta por cenizas volcánicas, como sucedió con Pompeya y Herculano, las que fueron destruidas por la erupción del Vesubio en el año 79 d. de J.C.

Probablemente la más significativa de todas las ruinas cubiertas es la llamada "tell", la cual está compuesta de los restos de varias ciudades que yacen una sobre la otra. En el mundo antiguo, cuando una ciudad amurallada era quemada, abatida por los carneros salvajes o destruida por un terremoto o cualquier otro medio, los nuevos pobladores que la reconstruían no removían las ruinas ni los fundamentos de la ciudad anterior. Algunos de los materiales mejor conservados eran usados nuevamente, pero los restos de la ciudad anterior eran nivelados y una nueva ciudad era construida sobre las ruinas de la anterior. De este modo, varios metros de ruinas de las ciudades anteriores eran sellados dejando para la posteridad el patrón de edificios y calles así como una gran variedad de artículos comunes de uso diario.

La mayoría de las ciudades importantes de la antigua Palestina entran en esa categoría-Betel, Jericó, Ai, Samaria, Jerusalén, Meguido, Bet-sán, Bet semes, Debir, Gezer, Hazor y otras. En algunos casos puede haber diez, doce o aun veinte estratos de ciudades destruidas, cada uno de los cuales revela su propia historia. Es la tarea del arqueólogo cavar a través de las capas sucesivas de cada ocupación y descifrar el relato de siglos de historia. En algunas áreas, estos promontorios pueden variar desde un poco más de 2 hasta 8 hectáreas.

Las tumbas de varias clases proveen una fuente valiosa de información ya sean las tumbas espectaculares de los reyes, tales como las tumbas reales en Ur de los caldeos o las tumbas del faraón Tutankamón por una parte, o ya sean las pequeñas tumbas de los ciudadanos corrientes. El cementerio se encuentra en la vecindad de antiguas ciudades. Una de las tareas del arqueólogo es buscar alrededor en las colinas y campos circundantes hasta encontrar el antiguo cementerio. En el caso de un tell con varios niveles de ocupación puede haber varios cementerios o, en algunos casos, varias áreas dentro del mismo cementerio. Mientras que la cerámica frecuentemente se rompe en el tell, se han encontrado piezas completas en las tumbas junto con otros utensilios los cuales, a causa de su valor, hubieran sido saqueados de la ciudad después de su destrucción.

II. Método de Excavación. Un sitio generalmente es escogido por un propósito particular.

Algunas veces puede requerirse más información en cuanto a la secuencia de eventos en una región en particular. O tal vez se requieren más detalles en cuanto a una nación en particular, tal como la de los asirios. Si el sitio está claramente identificado, se excava a fin de descubrir la historia arqueológica de este sitio en particular.

Donde la identificación es posible por referencias de registros escritos, el arqueólogo se preocupa por comparar sus descubrimientos arqueológicos con el registro escrito. Algunas veces el nombre de un sitio se aclara ya que los registros escritos que exhiben el nombre de éste surgen a luz durante la excavación (por ejemplo *Gabaón).

Normalmente los permisos para excavar deben conseguirse de la autoridad gubernamental correspondiente, y el sitio particular debe ser comprado o arrendado de sus dueños. Una vez que todas las formalidades se completan la excavación puede iniciarse.

La excavación en montículos se inicia con un sondeo preliminar del promontorio y con una división en áreas cuadradas pequeñas de unos 5 por 5 mts. Cada área es entonces excavada estratificadamente, esto es, cada capa de ruinas debe considerarse como una unidad. Normalmente se corta una trinchera a través del área a una profundidad de algunas décimas de metro.

d. de después de Jesucristo
mts. metros

Observando las capas en los lados de la trinchera se determina la naturaleza del área. Esta trinchera tentativa, entonces, sirve como la clave para el resto del área, la cual se excava capa por capa.

Todos los objetos de cada capa deben juntarse y guardarse en cestas separadas. Cuando aparecen paredes, el excavador empieza a buscar los pisos ya que los objetos que se encuentren sobre el piso pertenecen a su período final de ocupación, mientras que aquellos debajo del piso pertenecen a un período anterior.

ARQUEOLOGOS ISRAELIES examinan artefactos descubiertos en el desierto judío en 1961.

Cortesía de la Oficina de Información de Israel.

ARQUEOLOGOS Y ESTUDIANTES de la Universidad Hebrea en busca de los restos del pasado en el desierto judío, 1961. Cortesía de la Oficina de Información de Israel.

Una vez que un área razonable de un período dado ha sido excavada hasta el piso y todos los objetos pequeños se han coleccionado, se elaboran los planes agrimensores y el lugar como un todo es fotografiado. Sólo entonces se desmantelan las paredes y el piso a fin de proceder al siguiente nivel. En cada etapa se guardan registros detallados ya que la arqueología es, básicamente, destrucción. Una vez que el área ha sido excavada no puede ser restaurada nuevamente.

Normalmente, sólo se excavan áreas limitadas de un montículo grande, aunque frecuentemente varias de éstas se excavan en diferentes puntos de montículo y se penetran a fondo a fin de permitir comparaciones entre los varios estratos revelados en las diferentes áreas. Generalmente es necesario regresar a cierto montículo por varias temporadas antes que aparezca un cuadro aceptablemente claro.

La búsqueda de las tumbas de cada etapa normalmente se hace al mismo tiempo que se emprende la excavación del promontorio. Los cementerios raras veces están marcados y son difíciles de encontrar; pero una vez que se descubren su excavación no es tan compleja como la excavación del montículo. La dificultad mayor yace en el hecho de que el espacio es generalmente muy confinado. Pero los objetos en las tumbas están generalmente intactos, aunque objetos frágiles como los de madera o hueso tienen que ser tratados químicamente antes de ser removidos.

Al proceder a la excavación se acumula una cantidad considerable de información, incluyendo fotografías, bocetos, planos de agrimensor y un gran número de objetos de cerámica, madera, piedra, hueso, etc., todos los cuales son marcados para definir su origen exacto. Es en base a estos datos que el arqueólogo compila el informe final para su publicación oficial.

III. Períodos Arqueológicos. En el curso de miles de años, grandes cambios han tenido lugar en la estructura de los edificios, en la forma y decoración de la cerámica y piezas de arte, en la forma y naturaleza de las armas, en el estilo de escritura, etc. Los arqueólogos distinguen varios períodos de tiempo durante los cuales había una uniformidad razonable de cultura en un área particular. El cambio en cultura puede haberse debido a las invasiones por otros pueblos o a una época de invención o a alguna otra causa.

En Palestina los períodos comúnmente reconocidos son los siguientes:

Mesolítica (Natufiana)

ca.

8000-6000 a. de J.C.

Pre-Cerámica Neolítica

ca.

6000-5000 a. de J.C.

Cerámica Neolítica

ca.

5000-4000 a. de J.C.

Calcolítica

ca.

4000-3200 a. de J.C.

Bronce Inferior (BI)

 

 

Bl I

ca.

3200-2800 a. de J.C.

Bl II

ca.

2800-2600 a. de J.C.

Bl III

ca.

2600-2300 a. de J.C.

Bl IV (o B III)

ca.

2300-2100 a. de J.C.

Bronce Intermedio (BIN)

 

 

BIN I (o BI-BIN Intermedio)

ca.

2100-1900 a. de J.C.

BIN IIa

ca.

1900-1700 a. de J.C.

BIN IIb

ca.

1700-1600 a. de J.C.

BIN IIc

ca.

1600-1550 a. de J.C.

Bronce Superior (BS)

 

 

BS I

ca.

1500-1400 a. de J.C.

BS IIa

ca.

1400-1300 a. de J.C.

BS IIb

ca.

1300-1200 a. de J.C.

Hierro I

ca.

1200-900 a. de J.C.

Hierro II

ca.

900-600 a. de J.C.

Hierro III

ca.

600-300 a. de J.C.

Helénico

ca.

300-63 a. de J.C.

Romano

ca.

63 a. de J.C.-323 d. de J.C.

Bizantino

ca.

323-636 d. de J.C.

Islámico

ca.

636 d. de J.C.-presente

Notas:
ca. cerca de, aproximadamente
a. de antes de Jesucrito

Los métodos usados para precisar estos períodos son varios. La existencia de amplios períodos de estabilidad cultural es fácilmente reconocible en los diversos estratos de los montículos. La comparación entre muchos montículos diferentes en un área establece estas amplias eras culturalmente estables, de tal modo que los objetos pueden ser colocados antes o después de una relativa secuencia. Para una fecha más exacta el excavador depende de muchas líneas de evidencia.

Muy a menudo las referencias literarias en la Biblia o en textos extrabíblicos hacen posible fechar un evento. Así, la caída de Samaria en el 721 a. de J.C. se fija por la historia externa de modo que una de las destrucciones de Samaria se puede fechar en el 721 a. de J.C.

Algunas veces aparecen inscripciones en las excavaciones que se refieren a reyes o a eventos que pueden ser fechados. Las monedas, también, ofrecen evidencia para fechar, particularmente para los períodos posteriores al 500 a. de J.C. Una vez que hay evidencia clara para fechar un nivel en particular, los objetos como la cerámica, la joyería, la arquitectura, etc., que aparecen en ese nivel son asociados con la misma edad general. Después, los objetos similares encontrados en otras partes proveen la clave para fechar el ambiente en el cual ocurrieron. En años más recientes los físicos han provisto al arqueólogo con el método de fechar usando el radiocarbono, método que es de más alto valor para los períodos más antiguos, ya que los períodos posteriores pueden ser fechados por otros medios. Finalmente, una comparación con la información obtenida de territorios que están próximos geográficamente con el país estudiado permiten al arqueólogo alcanzar un grado razonable de seguridad en relación con las fechas de varios períodos culturales de su propia área. Al mismo tiempo, él es capaz de poner una fecha aproximada a una amplia variedad de objetos de uso diario-cerámica, herramientas, ornamentos, etc., así como a los rasgos arquitectónicos. Con un conocimiento como éste es capaz de conducir investigaciones preliminares de la superficie a fin de determinar el período aproximado de ocupación de los sitios que no han sido excavados. Este procedimiento ha resultado especialmente útil en la Transjordania y en el *Neguev donde Nelson Glueck ha visitado miles de sitios antiguos en el curso de varios años. De las piezas de cerámica rota (tiestos) que yacen esparcidas en los promontories en estas áreas, él ha podido señalar una historia cultural general del área sin excavarla.

IV. Exploración y Excavación en Tierras Bíblicas. Durante el siglo XIX el interés en los sitios bíblicos creció en todo el Cercano Oriente. En Palestina, propiamente, tanto como en la Transjordania, Siria, Turquía, Iraq, Persia y Egipto, los turistas se propusieron ver muchas de las ciudades antiguas mencionadas en la Biblia. Para conveniencia, será hecha una referencia breve a tres áreas de exploración y excavación.

A. Exploración y Excavación en Palestina. En 1838, Edward Robinson y Eli Smith emprendieron la primera exploración seria de la superficie de Palestina y fueron capaces de identificar varias ciudades bíblicas. En 1850-51 y en 1863, F. de Saulcy exploró y excavó varios lugares. En 1865 se estableció el Fondo de Exploración Palestino y se realizó un significativo trabajo por Charles Warren, Charles Wilson, Charles Clermont-Ganneau, C. R. Conder y otros.

En 1890, Flinders Petrie tuvo la idea de que la cerámica podía ser usada para establecer fechas.

El pudo mostrar, por su excavación en *Tell el Hesy, que los estratos separados en el montículo tenían su propia cerámica caracteríóstica. F. J. Bliss confirmó el punto de vista de Petrie en los años subsiguientes. En el período entre 1890 y 1914 una buena cantidad de trabajo pionero pudo realizarse. Se llevaron a cabo excavaciones notables por R. A. S. Macalister en *Gezer y en otros cuatro sitios en el área de la antigua Filistea; por E. Sellin en *Taanac y *Siquem; por G. Schumacher en *Meguido; por Sellin y C. Watzinger en *Jericó y por G. A. Reisner en *Samaria.

Este último desarrolló nuevas técnicas como el cuidadoso reconocimiento, los registros fidedignos, la atención a los detalles arquitectónicos, etcétera, en cada estrato.

Grandes avances se hicieron entre las dos guerras mundiales, de 1920 a 1939. Las técnicas mejoraron, y la cronología de la cerámica fue establecida de una manera notablemente precisa por W. F. Albright por su trabajo en *Tell el-Ful en 1922, y *Tell Beit Mirsim (1926-32). Algunas de las otras excavaciones importantes de este período fueron las de W. F. Bade en *Tell en-Nasbe (1926-35), E. Grant en *Bet-semes (1928-33), J. Garstang en *Jericó (1929-36), J. W. Crowfoot, Miss K. Kenyon y E. L. Sukenik en *Samaria (1931-35), J. L. Starkey en *Laquis (1932-38), C. S. Fisher, Alan Rowe y G. M. Fitzgerald en *Bet-sán (1921-33), C. S. Fisher, P. L. O. Guy y Gordon Loud en *Meguido (1925-39) y Nelson Glueck en Tell el Kheleifeh (*Ezión Geber) (1937-40). Numerosas excavaciones menores se condujeron durante el mismo período entre las cuales se pueden mencionar las de Tell Jemmeh (posiblemente Gerar), Tell el-Far'ah (posiblemente Sharuhen), *Petra, Bet-zur, Tell Abu Hawan (posiblemente Salmonah), Et-Tell (*Ai), *Betel, Khirbet et Tannur. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial muchas excavaciones significativas se han llevado a efecto. Uno de los descubrimientos arqueológicos más sorprendentes es el asociado con las cuevas y los antiguos edificios en y alrededor del Qumrán donde, desde 1948, los ahora famosos *Rollos del mar Muerto han salido a luz. Desde 1950 la antigua *Cesarea ha estado bajo excavación. Durante 1950-51 una parte del *Jericó romano en Tulul Abu el-Alayiq fue desenterrado. En 1951 se inició una serie de campañas en *Dibón en la Transjordania. En 1952 Kathleen Kenyon inició nuevamente la excavación en Jericó y ha continuado allí por varias temporadas con resultados sorprendentes. Desde 1953, J. P. Free ha estado trabajando en *Dotán y desde 1956 G. E. Wright y otros han trabajado en *Siquem. Otras excavaciones notables durante estos años son las de J. B. Pritchard en *Gabaón, Pere de Vaux en Tell el-Far'ah (probablemente Tirsa), Kathleen Kenyon en *Jerusalén, B. Mazar en Tell Qasile, Avi-Yonah, N. Avigad y otros en Masada (el palacio de Herodes), y Y. Yadin y sus colegas en Hazor en Galilea. Hay una rápida acumulación de información arqueológica de Palestina y el conocimiento de la vida bíblica y sus tiempos está siendo enriquecido cada año.

B. Exploración y Excavación en Otras Partes del Cercano Oriente. La excavación ha sido llevada a cabo en muchos sitios antiguos por todo el Cercano Oriente. Algunos de éstos como *Ur, *Babilonia, *Susa, *Nínive, Nimrod, *Harán, *Damasco y Jebeil se conocen por la Biblia. Pero muchos otros, no mencionados en el Antiguo Testamento, han producido valiosa información para el entendimiento de los tiempos bíblicos. En particular, se han encontrado documentos e inscripciones importantes en Ur, Babilonia, Nínive, Nimrod, *Alalakh (en el norte de Siria), Amarna (en Egipto), *Mari (en el río Eufrates), *Nuzi (cerca de Kirkuk en Iraq), Ras Shamra, la antigua *Ugarit (sobre la costa mediterránea en el norte de Siria) y Hattusas (en Turquia). Véase Boghazkoy. Todos estos sitios han arrojado evidencia documentada significativa acerca de la historia y la cultura de los pueblos que vivieron en estas tierras durante los años del 2000 a. de J.C. en adelante. Los registros no inscritos tales como cerámica, rasgos arquitectónicos, herramientas, armas, motivos de arte, etcétera, han sido útiles con propósitos de comparación y han permitido al arqueólogo tener un cuadro mucho más claro de la ubicación y papel de Palestina en el antiguo Cercano Oriente. Una gran cantidad de excavación se ha continuado en estas tierras la cual provee un mayor enriquecimiento del conocimiento de la vida y tiempos bíblicos.

C. Exploración y Excavación en las Tierras Clásicas. De particular significado para el entendimiento del Nuevo Testamento son las excavaciones que se han realizado en las tierras clásicas. Muchas de las ciudades conocidas por el Nuevo Testamento se han excavado en años recientes. Entre las más importantes están *Efeso, *Sardis, *Pérgamo, *Filipos, *Corinto, *Atenas y *Roma. Conocimientos fascinantes referentes a citas del libro de los Hechos han resultado de tales excavaciones. Pero la evidencia de las inscripciones y documentos en la forma de monedas, papiros, inscripciones de monumentos, etc., de cualquiera de las tierras clásicas probablemente arrojan luz sobre el idioma, ley y religión de la edad clásica y así suplementan el trasfondo de la era del Nuevo Testamento. En realidad, la erudición del Nuevo Testamento probablemente ha ganado tanto por los descubrimientos arqueológicos como por los estudios del Antiguo Testamento.

V. La Arqueología y la Biblia. La contribución de la arqueología al entendimiento de la Biblia es considerable. No se exagera al decir que el entendimiento de la Biblia se ha revolucionado por los descubrimientos de la moderna arqueología. Hoy es posible estudiar la historia y cultura bíblicas en base al trasfondo contemporáneo de una manera que no era posible antes de la era moderna del descubrimiento arqueológico. La siguiente discusión tiene la intención de indicar algunas de las áreas principales en las cuales la arqueología ha contribuido al entendimiento tanto del Antiguo como del Nuevo Testamentos.

En primer lugar, el descubrimiento arqueológico ha llenado, con considerables detalles, el trasfondo total no sólo para la vida de Palestina en los tiempos bíblicos sino también la vida en Egipto, Siria, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. Numerosas alusiones a costumbres locales son ahora entendidas claramente. Así, las narraciones acerca de los patriarcas y de José ahora se sabe que contienen una variedad considerable de referencias a prácticas que eran corrientes en Mesopotamia y Egipto durante el segundo milenio a. de J.C. Asuntos tales como la ley, costumbres sociales, prácticas religiosas e ideas teológicas se han conservado en documentos que han venido a luz en docenas de sitios antiguos por todo el Cercano Oriente. A manera de ilustración se puede hacer referencia a las costumbres que eran corrientes en Nuzi, al norte de Mesopotamia, durante el segundo milenio a. de J.C. con relación a la herencia. Un hombre que no tenía hijos podía adoptar a uno de sus esclavos como heredero. Podía, sin embargo, adoptar un familiar o tomar una esposa extra con la esperanza de que naciera un hijo de tal unión. Si un hijo legítimo nacía después, este hijo llegaba a ser el verdadero heredero, aunque los otros individuos recibirían alguna parte de la herencia. Los relatos patriarcales de Abraham y Eliezer (Gn. 15:2-4), Labán y Jacob (Gn. 29-31), Abraham y Agar (Gn. 16:1-5) y Abraham e Isaac (Gn. 21:1-12) toman un nuevo significado con este trasfondo, el cual, por supuesto, era el trasfondo que Abraham conocía muy bien.

En el campo puramente histórico, importantes eventos internacionales, a los cuales la Biblia hace referencia, son descritos en documentos extrabíblicos que se han descubierto en el curso del trabajo arqueológico. Por ejemplo, la invasión de Sisak (1 R. 14:25, 26) ocurrida ca. 918 a. de J.C., el asalto a Samaria en 722-1 a. de J.C. (2 R. 17:5, 6) y la captura de Jerusalén en 587 a. de J.C. (2 R. 24) están bien confirmados en los registros no bíblicos y están descritos desde otro punto de vista.

A veces, documentos extrabíblicos mencionan eventos importantes que no están mencionados en la Biblia. Así, el rey Acab participó en una gran batalla contra los asirios junto con otros 11 reyes en Karkar en 853 a. de J.C.; Jehú, rey de Israel, se convirtió en vasallo de Salmanasar III de Asiria en el 842 a. de J.C.; Omri, rey de Israel, conquistó a Moab durante los años 876-869 a. de J.C. (véase Moabita, la Piedra).

Algunas veces el significado exacto de un evento bíblico sólo se aclara cuando otros documentos históricos llegan a estar disponibles.

Ahora está claro que el faraón Necao estaba en camino para ayudar a los asirios en lugar de oponérseles (2 R. 23:29) ya que la preposición hebrea en este versículo, 'al, debe traducirse "junto con" en lugar de "contra".

Una de las contribuciones más importantes de la arqueología para el entendimiento de la Biblia está en el descubrimiento de textos en varios idiomas el antiguo Cercano Oriente tales como el heteo, cananeo, arábigo del sur, acadio, ugarítico, horeo, sumerio, egipcio, etcétera, todos los cuales brindan material comparativo para el estudio del texto del Antiguo Testamento. Ahora es posible contar con traducciones más exactas de una variedad de palabras y frases hebreas. Así, la palabra 'ed traducida "vapor" en Génesis 2:6 significa "río" en sumerio o "(dios) río" en acadio. El significado "río" se ajusta admirablemente al pasaje del Antiguo Testamento.

También, la dificultad en 1 R. 10:28 puede resolverse más fácilmente si se tiene en cuenta que había un antiguo estado Koa (QWH) en el Asia Menor. El pasaje ahora puede traducirse: "Los caballos que Salomón poseía importábalos de Egipto, de Koa; mercaderes del rey los adquirían en Koa a precio concertado" (Bover-Cantera). Otro pasaje, Pr. 26:23, ahora puede traducirse: "Baño de plata sobre olla de barro" (VP), ya que se ha descubierto que en ugarítico la palabra spsg significa "baño". Esta clase de descubrimientos halla decenas de aplicaciones en traducciones recientes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamentos.

Es evidente que la contribución de la arqueología a los estudios bíblicos es considerable. El volumen de la evidencia que ha llegado a estar disponible ha conducido a una nueva consideración del valor histórico de los registros bíblicos. Naturalmente, no se dispone de apoyo arqueológico para cada evento bíblico. Sin embargo, se puede en verdad decir que la arqueología ha corroborado la historicidad substancial de los registros bíblicos desde la época de los patriarcas hasta la época apostólica. A pesar de esto, sin embargo, no debieran hacerse pretensiones exageradas en cuanto a los logros arqueológicos. Si éstos han compelido a los eruditos a ejercer mayor precaución en sus juicios acerca de la historicidad de los registros bíblicos, es tambíen cierto que en ocasiones han hecho más difícil, en lugar de más fácil, la interpretación de los mismos. A veces, ciertas interpretaciones anteriores han tenido que modificarse; por ejemplo, en el caso de la interpretación de Garstang de la historia de Josué a la luz de sus excavaciones en Jericó.

Pero la contribución de la arqueología al entendimiento de la Biblia está sólo comenzando.

Mientras más piezas del rompecabezas salgan a luz es evidente que tienen que hacerse ajustes en los arreglos anteriores del molde. Los logros del medio siglo anterior han sido tan espectaculares que los estudiantes de la Biblia esperan con sumo interés los descubrimientos que seguirán.

"BIBLIOGRAFIA: K. M. Kenyon, Beginning in Archaeology , London, 1952; Digging up Jericho, London, "1957; Archaeology in the Holy Land , London, 1960. G. E. Wright, Biblical Archaeology , London, 1957. W. "F. Albright, The Archaeology of Palestine , 2nd. Ed., London, 1960; Archaeology and the Religion of Israel , "Baltimore, 1956; From the Stone Age to Christianity , 2nd. Ed., New York, 1957. N. Glueck, The Other Side "of the Jordan , New Haven, 1940; Rivers in the Desert , London, 1959. M. Burrows, What Mean These Stones , 1941. A. G. Barrois, Manuel d'Archéologie Bíblique , I-II, Paris, 1939, 1953. G. L. Harding, The Antiquities of Jordan , London 1959. M. Wheeler, Archeology from the Earth , London, 1956. L. H Grollenberg, Atlas of the Bible , 1956. G. E. Wright and F. V. Filson, Westminster Historical Atlas to the Bible , 2nd. Ed., London, 1956, (Ed. en español: Atlas Histórico Westminster de la Biblia , El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1971).

YIGAEL YADIN, arqueólogo israelí, examina una carta de Bar Kochba del desierto judío.

Cortesía de la Oficina de Infórmation de Israel.

ARQUEOLOGOS Y SU TRABAJO

 

 

ARQUEOLOGOS Y SU TRABAJO

SIRIA Y PALESTINA

 

Arqueólogo

Sitios Excavados

Pricipales Actividades y Descubrimientos

 

William F. Albright

 

Gabaa (Tell el Ful), 1922-23

Kiriat-sefer (Debir), 1926-43

Petra, 1934

Extremo sur del mar Muerto, sitio de Sodoma y Gomorra (con Melvin Grove Kyle), 1924

Betel, 1934

Director, Escuela de Jerusalén, ASOR, 1920-29; 1933-36

Escritor en el campo de la arqueología palestinense, lingüística semita y Rollos del mar Muerto.

William F. Badé

Tell en-Nasbe, 1926-35

Asas de jarros estampados con la palabra "Mizpeh" ayudaron a identificar a Tell en-Nasbe con el Mizpa de Benjamín (véase Jue. 20:1).

Frederick Bliss

Tell es-Safi, 1898-1900

Marissa, 1898-1900

Azekah, 1898-1900

Tell el-Hesy, 1890-92

Jerusalén, 1894-97

Tablilla cuneiforme descubierta que era del período de las tablillas de Amarna.

Bliss excavó la muralla sur que había sido reconstruida bajo Nehemías.

J. L. Burckhardt

Petra, 1812

Burchardt redescubrió Petra

Millar Burrows

 

Director Escuela de Jerusalén, ASOR, 1947-48.

Editó el texto hebreo de los Rollos del mar Muerto.

J. Callaway

Ai, 1964

 

C. E. Clermont-Ganneau

Dibón

Consiguió los restos de la Piedra Moabita.

Exploró y verificó sitios bíblicos des de Jope hasta Jerusalén en 1873-74.

C. R. Conder

 

Dirigió un reconocimiento de Palestina con Lord Kitchner; 1872-74 en preparación de un mapa del Fondo de Exploración Palestino.

Frank M. Cross, Jr.

 

Miembro del equipo internacional de eruditos que trabajan con materiales de rollos en el Museo Arqueológico de Palestina en Jerusalén.

J. W. Crowfoot

Jerusalén, 1927

Gerasa, 1928-30

Samaria, 1931-33, 1935

Director de la Escuela Británica de Arqueología, 1927-35. Descubrió los famosos marfiles de Samaria.

Maurice Dunand

Amrit, Siria, 1954, 1955

Biblos, 1933-38; 1960-62

Dirigió la excavación de Amrit.

René Dussaud

Dura, 1928-37

 

George W. Elderkin

Antioquía (en el Orontes), 1932-36

 

C. S. Fisher

Samaria, 1908-10

Bet-sán, 1921-23

Meguido, 1925-27

Gerasa, 1930

Antioquía (en el Orontes) 1932

Director Asociado de la expedición a Antioquía.

Joseph Free

 

Director de la excavación a Dotán, 1953.

A. Frova

Cesarea, 1958, 1959, 1960-

1962

 

A. Gabriel

Palmira (Tadmor), 1927

 

Dorothy Garrod

Monte Carmelo, 1929-34

Exploración y descubrimiento de restos humanos de la edad de piedra en las cuevas del Wadi el Mugharah.

John Garstang

Jericó, 1907-9, 1930-36

Hazor, 1922-28

Ascalón, 1921, 1922

Gerar, 1922

 

Nelson Glueck

Ezion-geber, 1938-40

Silo, 1932

Quirbet et Tannur, 1937, 38

Neguev, 1954

 

Elihu Grant

Bet-semes, 1928, 1929, 1931-39

 

P. L. O. Guy

Meguido, 1935-39

 

Philip Hammond

 

Director de las excavaciones en Petra en cooperación con el Depto. de Antigüedades de Jordania, 1959-63. En 1961 fue excavado el teatro principal.

G. Lankester Harding

Laquis, 1938-40

Director del Depto. de Antigüedades. Ayudó en la exploración de las cuevas l y II cerca de Qumrán, 1949, 1951. Dirigió la excavación del monasterio esenio en el Qumrán, 1951-56.

George Horsfield

Petra, 1929

Primero en excavar Petra.

Edward Hull

 

Investigó y exploró el valle del mar Muerto y Arabah.

John H. Iliffe

 

Primer Director del Museo Arqueológico de Palestina en Jerusalén. Inició la primera exhibición de los tesoros arqueológicos de Palestina.

Charles H. Inge

Laquis, 1938

 

J. W. Jack

Samaria, 1935

 

J. L. Kelso

Betel, 1934, 1954-60

Jericó del Nuevo Testamento, 1950, 1952-55

 

Kathleen Kenyon

Jericó, 1952-58

Ofel, 1961-

 

Hans Kjaer

Silo, 1926, 1929, 1931 (con A. Schmidt)

Co-director con Albright en la exploración del

extremo más bajo del mar Muerto, 1924.

Melvin G. Kyle

 

Ayudó a Albright en Debir, 1926-30.

Paul Lapp

Araq el Emir, 1961, 1962, 1963 Taanac, 1964

Director de la Escuela de Jerusalén, ASOR, 1961-64. Excavó la cueva del norte de Jericó y encontró papiros importantes de Samaria (722 a. de J.C.) en 1963.

T. E. Lawrence

Carquemis (Siria), 1912-14, 1919

Durante los inviernos de 1913-14, él, con C. L. Woolley, exploró el desierto de Sin por Cades-barnea; tentativamente identificó Qoseimeh en Cades-barnea.

Gordon Loud

Meguido, 1937

Descubrió los famosos marfiles de Meguido.

W. F. Lynch

 

En 1848 exploró el río Jordán y el mar Muerto, y afirmó la profundidad y localización bajo el nivel (400 mts.) del mar Muerto.

D. G. Lyon

Samaria, 1908-10

 

R. A. S. Macalister

Gezer, 1902-05, 1907-09

Bet-semes, 1911, 1912

Ofel, 1923, 24

 

D. Mackenzie

Gezer, 1902-05, 1907-09

Bet-semes, 1911, 1912

 

Mme. Marquet-Krause

Et-Tell, 1933-35

 

Theodore McCown

Monte Carmelo, 1932

Gerasa, 1930 (con C. S. Fisher)

Descubrió sepulturas prehistóricas en el monte Carmelo.

J. T. Milik

 

Miembro del grupo internacional de eruditos que trabajó en los materiales de los Rollos del mar Muerto. en el Museo Palestino de Jerusalén, Jordania.

Pierre Montet

Biblos, 1921-24

Encontró la tumba de Ahiram.

William Morton

Dibón, 1950-56

Director de la Escuela de Jerusalén, ASOR, 1954-55.

E. H. Palmer

 

Reconoció el Sinaí y la ruta del Exodo, 1868-69.

Peter J. Parr

 

Director de Excavaciones en Petra, 1957, 1960-63. Escuela Británica de Arqueología.

André Parrot

Mari, Siria (Tell Hariri)

Inició excavaciones en 1933 y continuó hasta 1955. Más de 20.000 tabletas fueron encontradas.

Flinders Petrie

Antigua Gaza, 1927, 1930-34 Tell el Hesy (Ekron), 1890, 1891 Tell el Farah, 1927

 

James B. Pritchard

Jericó del Nuevo Testamento,

1951

Gabaón, 1956-63

 

O. Puchstein

Baalbek, 1898-1905

 

B. Ravani

Antigua Tiberia, 1957

Excavó baños.

William L. Reed

Dibón, 1950-56

 

George A. Reisner

Meguido

Samaria, 1908-1910

 

Ernest Renan

 

En cuatro campañas en el Líbano, exploró e inició excavaciones en Aradus, Biblos, Tiro y Sidón.

Edward Robinson

 

Exploración geográfica y arqueológica de Palestina y Siria como está registrada en su Biblical Researches. El identificó el "Arco de Robinson", el arco de un puente que cruza el valle Tiropeón en Jerusalén. Identificó los remanentes de una gran ciudad en Petra. Primero en mencionar los vericuetos del túnel de Siloé en Jerusalén. Halló los restos de la sinagoga en Capernaum. Localizó la tercera muralla de Jerusalén. Localizó e identificó a Meguido, Jezreel, Anatot, Betel, Silo, Betsemes y los fundamentos del tem lo samaritano en el monte Gerizim (1838, 1952).

George L. Robinson

Petra, 1900, 1907, 1913, 1914, 1928

Descubrió y excavó el gran Lugar Alto.

Alan Rowe

Gezer, 1934

Bet-sán, 1924-29

Encontró cobertizos de rocas usados como viviendas en el 3000-2800 a. de J.C. en Gezer.

M. de Saulcy

 

Excavó las así llamadas tumbas de los reyes, al norte de Jerusalén.

C. F. A. Schaeffer

Ras Shamra (Ugarit), 1929-

Descubrió y descifró el alfabeto cuneiforme.

Aage Schmidt

Silo, 1922, 1926, 1929, 1931, (con Hans Kjaer)

 

K. Schoonover

Et-Tell, 1964

 

G. Schumacher

Meguido, 1903-05

 

O. R. Sellers

Bet-zur, 1931, 1962

 

Ernst Sellin

Taanac, 1902, 1903

Jericó, 1907-09

Siquem, 1913-34

 

James L. Starkey

Laquis, 1933-38

Cartas de Laquis.

E. L. Sukenik

Tercera muralla de Jerusalén, 1925-27

Realizó trabajo significativo en rollos importantes que compró para la Universidad Hebrea en 1948.

Charles C. Torrey

Necrópolis de Sidón, 1901

 

John C. Trever

 

Consiguió permiso para fotografiar los rollos de Isaías A, Habacuc y Manual de Disciplina (1QS) 1947. Estos fueron publicados en 1950 por ASOR.

Pére Roland de Vaux

Tirsa (Tell el Farah), 1946-

Dirigió un grupo de eruditos en la identificación de 60 manuscritos de las cuevas de Qumrán, 1954-57.

Pére L. H. Vincent

Jerusalén

Fortaleza Antonina y pavimento de la corte, 1936-

Estanque de Betesda, 1909-10

 

Charles Warren

Sitio del templo de Salomón, 1865

Area del templo en Jerusalén, 1865, 1866

Ofel

En el área del templo en Jerusalén, confirmó las murallas salomónicas y herodianas. En Ofel encontró las escaleras a la fuente de la Virgen (antigua Gihón).

Charles Wilson

 

Uno de los líderes importantes en la formación del Fondo para Exploración Palestina y su primer secretario.

C. Leonard Woolley

Carquemis, 1912-14, 1919

Tell Atchana, 1937-49

 

G. Ernest Wright

Balata (Siquem) 1956-

 

Yigael Yadin

Hazor, 1955-59

Meguido, 1941-43

 

S. Yeivin

Cesarea, 1955

Tell Gat, 1956-59, 1960

 

N. Zori

Bet-sán, 1958

Excavó una villa romanabizantina con mosaicos y un baño adjunto.





 

 




EGIPTO

Arqueólogo

Sitios Excavados

Pricipales Actividades y Descubrimientos

 

 

 

Alessandro

Barsanti

 

Excavó el templo egipcio de Kalabsha, 1907–09.

Es el sitio de la antigua Talmis, Nubia. Este templo es el mejor en Nubia. Restauró el gran templo de Abu Simbel en 1910.

G. B. Belzoni

 

Halló la entrada a la 2a. pirámide construida por el faraón Khafle (4a. dinastía) en Gezeh en 1818. Encontró y saqueó el alabastro de las tumbas reales en el valle occidental de los reyes en Tebas en 1927. Entre las tumbas halladas estaba la de Seti I. Primero en entrar al gran templo de Ramesés I, en Abu Simbel, en 1817.

M. Boussard

Roseta, en la boca del Nilo, 1799

En San Julián descubrió la Piedra Roseta, la clave para la lengua egipcia.

James. H. Breasted

 

Fundador del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago. Encontró y tradujo el papiro quirúrgico de Edwin Smith (siglo XVII a. de J.C.) en 1920 Este es una copia del original que data aproximadamente de 3000–2500 a. de J.C.

Howard Carter

 

Encontró y excavó la tumba del rey Tutan katen, 1922, 1923.

Jean f. Champollion

 

Descubrió la clave de las dos escrituras desconocidas usadas en la Piedra Roseta.

C. S. Clermont-Ganneau

Isla Elefantina, 1907–08

Excavó la mitad oriental de la isla donde fueron hallados papiros.

Walter B. Emery

Sakkara, 1937

Armant, 1927

Abidos, 1954

En Sakkara, excavó la tumba intacta de Hemaka, visir del rey de la 1a. dinastía, en 1936; luego, la tumba de Sabú, un noble de la 1a. dinastía, en 1937; y, lo más importante, la inmensa tumba de Aha. En Armant, excavó los templos y la tumba del buey sagrado.

Descubrió y despejó la tumba del faraón Ka-a en Abidos. Halló el bote funerario en la gran tumba que se cree que fue la del faraón Udimu de la 5a. dinastía, en 1955. Retornó y continuó su trabajo en Sakkara y encontró la tumba mastaba de la reina Her-Neit de la 1a. dinastía, en 1956. Inició una excavación extensa de la ciudad fuertemente fortificada de Buhen en el Sudán, de la dinastía egipcia del siglo XII, en 1958, 1959, 1960.

Clarence Fisher

Menfis, 1919–24

 

Henri Frankfort

Tell el Amarna, 1926–29

Abidos, 1925–26

Terminó la excavación del gran edificio (llamado el “Osireion”) de Seti I, en Abidos.

Alan H. Gardiner

Tebas

Excavó la tumba del escriba real en Amenemhet. Es una de las más importantes y está bellamente decorada con diseños murales.

También excavó otras tumba allí.

J. Garstang

Beni Hasan, 1902–04

Beit Khallaf, 1901

En Beit Khallaf, excavó dos grandes tumbas mastaba, una de Neterket (lo mismo que Djoser) y otra de su hermano y sucesor, Sanakht.

Zakarie Goneiun

Saqqara, 1954

Descubrió el sarcófago de alabastro, aún sin tocar aunque vacío, en una pirámide escalonada sin terminar. Joyería de oro y piedras preciosas, así como vasos de piedra se encontraron junto con el sarcófago.

B. P. Grenfell

Oxirrinco 1897–1900 (con A. S. Hunt)

Excavó pilas de basura en busca de papiros.

Salimbey Hassan

Saqqara, 1938

Gizeh, 1936

Gizeh, 1935

En Saqqara descubrió y excavó una gran necrópolis de 20.000 momias. Las 22.000 tumbas datan del período del faraón Unas, el último rey de la 5a. dinastía. En 1944 se excavó el complejo piramidal de este rey. En Gizeh se encontró la tumba de la hija de Quefrén. El cuerpo estaba casi perfectamente preservado y en un sitio se encontraron joyas y dos pilas de oro a sus pies. La tumba de Ra-Wer de la 5a. dinastía, la tumba subterránea más grande que se haya encontrado en Egipto.

Holscher

Gizeh, 1909

Co-director (con Steindorff) de la expedición que encontró el templo piramidal de Quefrén.

Kamal el Mallakh

Gizeh, 1954

Descubrió la nave sepulcaral de Queops hacia el lado occidental de la pirámide.

George M. Legrain

Karnak, 1896, 1897, 1903

Limpió de basura el templo de Ramesés III en Karnak.

El y Maspero encontraron más de 7000 monumentos de piedra; estatuas, bustos, jarrones de piedra, etc., en un pozo grande lleno de agua.

Richard Lepsius

Sinaí

Tebas, 1844

Napata, 1844

Hizo un estudio general exhaustivo de la topografía de Egipto. Visitó y encontró las minas de cobre en el Sinaí. Hizo copias de las inscripciones de las expediciones egipcias que trabajaron allí. Hizo un reconocimiento del Valle de los Reyes cerca de Tebas y limpió parcialmente las tumbas de Ramesés II y Merneptah. Limpió parcialmente el gran templo de Abu Simbel en 1842–45. Exploró Napata, capital de los reyes de Etiopía, quienes, como Taharqa, gobernaron a Egipto e invadieron a Palestina.

M. Loret

Tebas, 1898

Descubrió la tumba de Amenhotep II en el Valle de los Reyes.

Auguste F. F. Mariette (Bey)

Saqqara, 1850

Descubrió el Serapeum (tumba de los bueyes sagrados de Apis) en Saqqara. Estableció el Museo Arqueológico Bulaq que más tarde llegó a ser el Museo Nacional de El Cairo. El fue el gran preservador de las antigüedades que reunió en Saqqara, Tanis, Karnak, Abidos, Medinet Habu, Deir el-Bahri. Fue el director del Depto. de Antigüedades, 1858–81. En 30 años excavó y encontró 15.000 monumentos desde Menfis hasta Karnak en 37 lugares. Excavó el templo de Edfu en 1860 y el templo de Hatshepstu en Deir el-Bahri, en 1858. Limpió parcialmente el templo de Abu Simbel en 1869.

Gaston Maspero

 

Director del Depto. de Antigüedades en 1881–86 y 1889–1910. Inició el trabajo en la pirámide Meydum y la abrió en 1881. En el mismo año, abrió la pirámide de Unas (5a. dinastía), en Saqqara.

Pierre Montet

Tanis, 1940, 1945

La tumba del faraón Psusennes donde excavó triples ataúdes antropoides, uno de granito negro y los otros de plata.

Edward Naville

Deir el-Bahriy templo de la reina Hatshepsut, 1893, 1908.

Pitón (Tell el Maskhutat), 1882–83. Tell el Yahudiya, 1887 Abidos, 1911–14

En Abidos, excavó parcialmente el gran edificio llamado “El Osireion” de Seti l.

P. E. Newberry

Bene Hasan, 1907

Hatnub, 1891

Restauró las tumbas de Beni Hasan. Encontró los rombos de alabastro en Hatnub, 16 kms. al este de Tell el Amarna.

T. Eric Peet

Tell el Amarna, 1921–22

Condujo excavaciones en la parte sur de la ciudad con C. L. Woolley.

J. D. S. Pendlebury

Tell el Amarna, 1930–37

Completó las excavaciones en las partes central y norte de la ciudad. Director de la Sociedad de Exploración Egipcia en sus excavaciones, 1928–34.

F. E. Perring

Gizeh, 1837

Midió cuidadosamente las grandes pirámides de Gizeh, con H. Vyze.

Flinders Petrie

Gizeh, 1881–82

Tanis, 1884

Nabasa, 1886

Hawara, 1888

Tell el Amarna, 1891, 1892

Templo de Amón, Karnak, 1896

Abidos, 1899–1901

Tell el Yehudiya y cerca del campo de los hiksos, 1905–06

Menfis y palacio de Ofra, 1907–09

Tumbas en la necrópolis de Meydum, 1931–32.

Excavó las pirámides de Gizeh y estudió la triangulación e ingeniería de las mismas. En Hawara estudió las pirámides y efigies de las momias. Descubrió escrituras semitas (cananea-hebrea) usadas por los mineros en la península del Sinaí en 1904. Dirigió la mayoría de las excavaciones en Menfis.

Arqueólogo y escritor notable, 1880–1937.

George A. Reisner

Nag el Deir,1899–1903

Kerma (Sudán), 1913–15

Napata (Sudán), 1916–23

Excavó un cementerio predinástico en Nag el Deir. En Kerma fueron hallados dos grandes montículos, estaciones comerciales fortificadas y fábricas. Estos eran muy importantes para negocios, arte y produción de mercancías en el reino Medio. Exploró las pirámides de Meroe y Napata, ciudad capital de los reyes etíopes.

Alan Rowe

Pirámide de Senferu en Meydum, 1929, 30.

 

George Steindorff

Gizeh, 1909

Con Holscher, dirigió las excavaciones de la pirámide templo de Quefrén.

Howard Vyse

Gizeh, 1937

Ayudó a F. E. Perring a medir las pirámides.

A. E. P. Weigall

Tebas, 1895

Excavó el templo mortuorio de Thutmose III en Tebas. Descubrió la tumba del príncipe Yuya y de su esposa Tuyu, padres de la reina Tiy, esposa favorita de Amenhotep III, en el Valle de los Reyes.

J. A. Wilson

Abu Simbel, 1960

Líder en el rescate de los restos arqueológicos del alto Egipto y en Sudán (cerca del lago formado por la nueva represa de Asuán).

C. Leonard Woolley

Tell el-Amarna, 1921–22

Co-dirigió la excavación en la parte sur de la ciudad con T. E. Peet.

 


 

IRAK E IRAN

 

Arqueólogo

Sitios Excavados

Pricipales Actividades y Descubrimientos

 

 

 

W. Andrae

Asur, 1902–14 (Qal’at-

Sharqhat)

 

George A.

Barton

Nuzi y Tepe Gawra

Director de la Escuela de Bagdad, ASOR, 1923–34.

Paul Emile

Botta

Khorsabad (Palacio de Sargón

II), 1843–44

 

Robert

Braidwood

Qal’at Jarmo (Montes Kurdestan), 1948, 1954,

1955, 1958.

Karim Shahir (cerca de Jarmo),

1950–51.

 

George C.

Cameron

 

Hizo una copia fidedigna de la inscripción de Behistan en 1943, usando el método moderno de rociar caucho líquido de rápido secamiento.

Edward Chiera

Khorsabad, 1928–1929 Nuzi,

1927, (se identificaron los horeos) 1930–32

 

Gaston Cros

Telloh (Lagas), 1901–27

Lagas fue encontrada a corta distancia al norte de Telloh, en 1953.

M. A.

Dieulafoy

Susa, 1884–96

Excavó el palacio de Jerjes

Robert Dyson

Hasanlu (Irán), 1957–60

Empezó una excavación allí y encontró cerámica y otras evidencias de los períodos sassanian y parto. En 1957–59, 1960 el sitio arrojó materiales de la edad del bronce.

Henri

Frankfort

Khorsabad, 1929–36

Tell Asmar, 1930–36

Khafaje, 1932, 33

En Tell Asmar (Eshnunna), se halló un código legal.

C. J. Gadd

 

Siendo director del Depto. Asirio-Babilónico del Museo Británico, encontró una tablilla que dio la fecha real de la caída de Babilonia en 612 a. de J.C.

Hade de

Genouillac

Kis, 1914

Telloh, 1928–34

Descubrió el gran ziggurat de Kis.

Roman

Ghirshman

Tepe Siyalk, 1933–37

Susa, 1946-

Choga-Zambil, 1952–60

Limpió mucho de la muy elaborada torre en la ciudad elamita de Choga-Zambil, Irán, en 1952.

André Godard

Persépolis (Irán), 1954

Terminó de limpiar el palacio real.

Richard Haines

Nipur, 1954–63

Descubrió el famoso templo Inanna en Nippur.

H. R. Hall

Tell al-’Ubaid, 1919

 

John H.

Haynes

Nipur, 1899–1900

Excavó y encontró allí un gran número de tablillas.

Ernest

Herzfeld

Persépolis (Irán), 1931–34

 

Julius Jordan

Warka (Erek), 1912–14, 1919–31

 

Robert

Koldewey

Babilonia, 1899–1914

 

Stephen

Langdon

Kis, 1923

Nippur, 1899–1900

 

Austin Henry

Layard

Cala (Nimrod), 1845–47

Nínive (palacio de Senaquerib), 1849–51

 

Henrich

Lenzen

Warka (Erec), 1954

La Sociedad Arqueológica Alemana renovó su trabajo allí y lo envió a dirigirlo en 1954.

W. K. Loftus

Warka (Erec), 1850, 1854

Exploró Nuffar, Mugheir (Ur) y otros sitios nunca antes visitados por europeos.

Ernest Mackay

Jemdet Nasr, 1923

Se encontraron más de 200 tablillas de escritura cuneiforme.

M. E. L.

Mallowan

Nínive, 1931, 1932

Cala, 1949, 1950

Tell Arpachiyah, 1933–34

Tell Chagar Bazar, 1934–35

Tell Brak, 1936

Nimrod, 1955–60

 

John Marshall

Mohenjo-Daro, 1922–31

Harrapa, 1922–31

 

D. E. McCown

Nipur, 1959–62

Tell Agrab, 1930–36

 

J. de Morgan

Susan (Irán), 1897–1912

Continuó las excavaciones y en 1901 halló la estela con el código de Hamurabi.

Max von

Oppenheim

Tell Halaf, 1899, 1911–13,

1927–29, 1960

 

H. H. von der

Osten

Takhi-Suliman (Irán), 1959

Trabajó en el templo del fuego de Susánida.

André Parrot

Mari, 1934–39

Tello (Lagas), 1948

 

John P. Peters

Nipur, 1888–96

 

Victor Place

Khorsabad, 1851–1855

Sucedió a Botta. Excavó completamente el palacio de Sargón II.

Hormuzd

Rassam

Ninive, 1853–1877

Telloh, 1879–82

Halló el palacio de Senaquerib en 1877.

Descubrió la biblioteca de Asurbanipal en Telloh.

Henry C.

Rawlinson

Montes Zagros (Irán), 1835

Erec, 1851–55

Descubrió la inscripción de Bet-istun en los montes Zagros.

C.J. Rich

Babilonia, 1811

Hizo un reconocimiento de Babilonia. Visitó Nínive y Nimrod en 1820 y Persépolis en 1821 donde copió las inscripciones.

Sayid Fuad

Safar

Eridu (Tell Abu Shahrain)

Halló el ziggurat de Ur-Nemmu, primer rey de la 3a. dinastía (ca. 2000 a. de J.C.) de Ur y en excavación encontró 16 templos construidos uno sobre el otro.

Ernest de

Sarzec

Telloh (Lagas), 1877–1901

Descubrió estatuas de los primeros gobernadores en Lagas, la estela de Victoria de Eannatum y documentos comerciales.

Erich Schmidt

Persépolis, 1935–39

 

George Smith

Nínive, 1873, 1874

Encontró inscripciones importantes en Nínive. En el Museo Británico encontró, en 1872, las tablillas del “diluvio”, la narración caldea del diluvio.

E. A. Speiser

Tepe Gawra, 1927, 1931–39

Tell Billah 1927, 1931–39

Khafaje, 1930–36

 

Richard Starr

Nuzi (Yorgan Tepe), 1925

 

Maurel Stein

Khotan, 1907

Serinidia, 1921

El Asia interna, 1928

Baluchistán, 1928

Sur de Persia, 1936

Las exploraciones y excavación que él hizo ayudan a trazar la ruta de los sumerios a Iraq.

R. Campbell

Thompson

Eridu, 1918

 

Leroy

Waterman

Tell Umar, 1927, 1936, 1937

 

Leonard

Woolley

Ur (Muquiyar), 1922–34

Excavó Ur con su gran ziggurat, templos y tumbas de Shubad y la dama Meskalam-dug.

 


 

ASIA MENOR, CRECIA E ITALIA

 

Arqueólogo

Sitios Excavados

Pricipales Actividades y Descubrimientos

 

 

 

Otto Benndorf

Efeso, 1897–1914

 

Kurt Bittel

Boghazkoy, 1954–1963

 

Carl Blegen

 

En 1954 y 1955 en Pylos limpió una gran tumba Holos y un edificio que probablemente era del rey Néstor. En 1957 recuperó muchas tablillas en escritura linera B y en 1960 hizo otras excavaciones.

Oscar Broneer

Atenas, 1931–39

Corinto, 1957

En Atenas, el Agora fue excavada por la Escuela

Americana de Estudios Clásicos dirigida por Broneer. En Isthmia, cerca de Corinto, completó la limpieza del templo de Poseidón en 1955, 1959. En el antiguo Corinto encontró un fuerte del siglo VII a. de J.C. en el templo de Poseidón.

Howard C.

Butler

Sardis, 1909–1914

Encontró el templo de Artemisa.

L. P. Cesnola

Pafos (en la isla de Chipre)

1878

Descubrió grandes templos antiguos y grandes tumbas micénicas en Pafos.

John Cook

Esmirna (Izmir), 1947–1960

Dirigió las excavaciones con la ayuda de Ekrem Akurgal.

A. H.

Detweiler

Sardis, 1958–63

Director asociado de la excavación.

P. Dikaias

Erimi (Chipre) 1933, 1934

Director del Museo de Chipre. Dirigió las excavaciones en Erimi, donde sa hallaron 13 capas de la ciudad.

W. Dörpfeld

Corinto, 1886–91

Troya, 1902

 

George W.

Ederkin

Antioquía (en el Orontes), 1932

Dirigió las excavaciones.

Arthur Evans

Cnosos y otros sitios, 1894–96; 1898–1905; 1906–10; 1926–1938

Gastó su fortuna reparando el gran palaclo de Cnosos.

John Evans

1959

Abrió nuevamente el nivel neolítico de Cnosos.

G. Fiorelli

Pompeya, 1860

Primer arqueólogo en excavar allí usando métodos tecnológicos.

John Garstang

Mersin (Turquía), 1934–39

Dirigió las excavaciones y excavó un gran palacio en

Einer Gjerstad

Enkomi (Chipre)

Lapetos (Chipre), 1927–31

Vouni (Chipre)

Vouni, en el cual se puede apreciar la influencia minoica.

Hetty Goldman

Tarso, 1934–37

Dirigió excavaciones donde se hallaron seis niveles de ciudades.

G. M. A.

Hanfmann

Sardis, 1958–63

Director de excavaciones.

D. G. Hogarth

Efeso, 1904, 1905

 

Sinclair Hood

Cnosos (Creta), 1958

Halló un enorme escondite de marfil.

Ludwig Kaas

Roma, 1950–1957

Director de la excavación del cementerio debajo de la basílica de San Pedro, en ciudad del Vaticano.

Emil Kunze

Olimpia (Grecia), 1955

Excavó porciones de un montículo de arcilla usado por Fidias para moldear la gigantesca estatua de Zeus.

Seton Lloyd

Beycesultan (Turquía), 1954,

1955, 1958

Dirigió las excavaciones en un montículo del segundo milenio a. de J.C. de un pueblo contemporáneo con los heteos. Fueron descubiertos los palacios que indican una influencia micénica y minoica.

A. Maiuri

Pompeya, 1931–57

Herculano, 1932–59

 

James Mellaart

Konya (Iconio), 1961–63

 

Franz Miltner

Efeso, 1958

Dirigió las excavaciones.

Charles Morey

Antioquía, 1933–1939 (en el Orontes)

Excavó una villa romana con tableros de mosaico en el piso y también 2 templos. En 1939 excavó un baño romano y encontró más de 250 mosaicos en la ciudad.

J. D. S.

Pendlebury

Cnosos (con Arthur Evans),

1928–40

Curador del Museo de Cnosos, 1928–34.

A. Puglish

Roma, 1954

Excavó una choza del “principio de la edad del hierro” en el Monte Palatino.

W. M. Ramsay

Antioquía de Pisidia,

(Turquía), 1912–14

 

David

Robinson

Antioquía de Pisidia, 1924–26.

 

Claude F.

Schaeffer

Enkomi (Alasiya), 1933, 1934;

1946–49

Excavó esta ciudad anatolia célebre por su cobre y bronce ya para el segundo milenio a. de J.C.

Fueron encontradas las paredes de la ciudad, casas y morteros de alabastro.

Heinrich

Schliemann

Troya, 1870–82

Micena, 1874, 1876

Tirinto, 1884

 

T. Leslie Shear

Atenas, 1930–37

Director de la Escuela Americana de Estudios Clásicos de Atenas, 1926-. Dirigió excavaciones en el Agora ateniense, 1930–37.

La Escuela Americana de Estudios Clásicos excavó en Atenas en 1931-.

H. F. Squarciapino

Ostia, 1962

Excavó una sinagoga del siglo IV d. de J.C., la más antigua que se ha hallado en Europa Occidental.

Richard

Stilwell

Corinto Antioquía (en el Orontes) 1933–39

Dirigió excavaciones en Corinto.

A. J. B. Wace

Micena, 1920–22

En 1953 descubrió sepulcros y casas de siete fustes. En 1954, descubrió 2 casas y recobró una rica cantidad de pequeños marfiles la brados y en 1955, 3 grandes casas. Las excavaciones continuaron en 1959 y en 1962.

Saul S.

Weinberg

Antigua Corinto, 1959, 1961, 1962

 

T. Wiegand

Pérgamo y su Esculapio, 1928–31.

 

Hugo Winckler

Boghazkoy (capital hetea), 1906

 

J. T. Wood

Efeso (Turquía), 1863–74

 

Rodney Young

Gordium (Turquía), 1957–62

Excavó un cementerio que data del 700 a. de J.C.

Se abrió una tumba real y se cree que era la del rey Gordius, ca. 700 a. de J.C.

 

























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